¿A qué temperatura debe tomarse un vino? ¿Puede una botella abierta guardarse un par de días? ¿Puedo mezclar pescado y vino tinto? Respondemos las dudas de siempre, en esta nota.
Afirmación 1: «El vino tinto se debe servir a temperatura ambiente»
Falso. El vino debe servirse a temperatura que va en directa relación a su complejidad y tipo de cepa, entre otras cosas. Pero jamás a la temperatura ambiente del verano será la ideal de un Cabernet Sauvignon.
Si consideramos que mientras más simple y fresco sea el vino, más frío se debe servir y, por el contrario, mientras más complejo y sofisticado, más temperado se debiera presentar, lo importante es entonces definir el estilo del vino antes de poder determinar su temperatura.
Les adjuntamos una tabla simple:
- Blancos frescos: entre 7° y 9° C.
- Blancos con cuerpo: entre 10° y 13° C.
- Tintos simples: entre 14° y 16° C.
- Tintos con cuerpo: entre 16° y 18° C.
- Grandes vinos tintos: entre 18° y 20° C.
Afirmación 2: «Los vinos blancos al refrigerador y los tintos al lado de la parrilla»
Falso. Los vinos, tal como mencionábamos en el punto anterior, tienen distintas temperaturas de servicio recomendadas y, sus máximas, fluctúan entre 7° y 20° C.
Los refrigeradores son un mal camino ya que prácticamente «congelarán» las botellas y la parrilla «hervirá» a otras.
La mejor alternativa siempre es una cubetera con agua y hielo (cinco a 10 cubos dependiendo del tamaño), o con agua fría y algo de agua caliente, pero recuerden que los máximos determinan la temperatura del agua.
Afirmación 3: «El vino hay que descorcharlo media hora antes de servirlo»
Falso. Los vinos que requieren oxigenación, tanto por ser tintos muy jóvenes o vinos que presentan una gran tiempo en botella, se decantan antes de servir (traspasar el vino a un jarro especialmente diseñado para este propósito).
La boca de la botella al ser demasiado pequeña, no cumple con la necesidad de aumentar el contacto del líquido con el aire, como tampoco de generar respiración suficiente para lograr que aromas a reducción del interior de la botella se limpien y hagan aparecer otros agradables y complejos.
Afirmación 4: «La mejor manera de guardar vinos es en un subterráneo»
Verdadero. Pero siempre que se cumplan las condiciones necesarias para la correcta guarda de vinos, y que son:
- Temperatura estable entre 12° y 14° C.
- Humedad constante del 70%.
- Ausencia de luz y sin movimientos.
Como es obvio, no todos tiene la oportunidad de contar con un subterráneo para guardar sus botellas, y mucho menos el presupuesto para construir uno, pero si se cumplen las condiciones antes mencionadas, podrán contar con una correcta cava de guarda sin tanta inversión.
Alternativas como la parte de debajo de los clósets interiores de la casa, repisas bien ventiladas de garajes o despensas interiores, pueden lograr fácilmente el cometido (siempre que estén fuera del alcance de los niños y maridos, para que realmente sea una bodega de guarda y no un cofre con el tesoro que asaltar).
Afirmación 5: «Botella abierta, botella bebida»
Verdadero. Mientras no cuenten con esos tapones de goma que sacan el aire de la botella (VacuVin), los vinos no pueden ser guardados para beberse dos o tres días después de abierta la botella.
Inviertan lo que valen los dos tapones y podrán beber una copa de vino y reservar el resto de la botella hasta por cinco o más días.
Otro beneficio es que con este tipo de instrumentos, pueden tener más de un tipo de vino abierto para que puedan elegir qué beber.
Afirmación 6: «Vino tinto con la carne y vino blanco con el pescado»
Falso. Aunque es cierto que son pocas las alternativas para unir vinos blancos y carnes rojas, los vinos tintos sí pueden ser armonizados con pescados de carnes grasas y gran persistencia.
Casos ya clásicos son el Mero, Atún o Mahi Mahi, donde los Pinot Noir, Merlot e incluso algunos Carmenere, siempre que no estén sobre maderizados ni guardados por mucho tiempo, pueden acompañar a este tipo de pescados gracias a su simpleza y grata acidez.