Concha y Toro

Ania Smolec 21/11/2018

Todo sobre el vino

5 características que definen a la cepa Carmenere

Esta variedad, llena de misterios, tiene su historia enraizada con la conquista del Nuevo Mundo. Conozcamos a la preciosa niña de los viñedos chilenos.

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Esta variedad, llena de misterios, tiene su historia enraizada con la conquista del Nuevo Mundo. Conozcamos a la preciosa niña de los viñedos chilenos: la famosa Carmenere.

Hoja Carmenere

1. ¿De dónde proviene?

El Carmenere tiene su origen en el norte de Aquitania. Antes de la plaga de la filoxera del siglo XIX en Europa, fue una de las variedades que originalmente se usaba para las mezclas en Burdeos, donde se la conoce desde hace siglos. Después de este episodio fatal, fue injertado con patrones americanos, pero su rendimiento se volvió errático. De ahí su marginación.

Nadie sabe cómo y cuándo exactamente llegó a Chile, pero la teoría más conocida dice que fue transportada desde Francia en el siglo XIX. Por décadas, las viñas chilenas pensaban que esta cepa era un clon de Merlot, que maduraba en forma tardía.

Esta situación cambió en 1994, cuando el ampelógrafo francés Jean Michel Boursiquot de la Universidad de Montpellier, expositor del Sexto Congreso Latinoamericano de Viticultura y Enología realizado en Chile, la identificó como Carmenere. A partir de entonces, y bajo su nombre verdadero, irrumpió en el escenario vitivinícola de Chile.

Los exámenes de ADN muestran que el Carmenere es un cruce entre cepas antiguas como Gros Cabernet (híbrida de Servadou y Txakoli) y Cabernet Franc.

Vendimia 2012 Peumo

2. ¿Sabías cómo se llama?

Su nombre probablemente se refiere al color rojo carmín de sus hojas, bayas y color de su vino. Los invito a visitar nuestro Jardín de Variedades en Pirque en el mes de abril y ver cómo lucen las preciosas hojas de esta cepa. Es un espectáculo rojo intenso. El otro nombre de la Carmenere es Vidure, debido a la dureza de su madera. En la literatura se encuentra también con el nombre Cabernell.

3. No solamente en Chile

 Hoy día en Francia los cultivos de Carmenere son muy pequeños. Sin embargo, cada año aparecen nuevas plantaciones. La cepa se establece exclusivamente en las zonas templadas y, en el caso de Francia, solo en la península Médocaine, en el norte del departamento de Gironda, muestra sus mejores atributos.

También podemos encontrar algunos viñedos de Carmenere en Argentina y California, al igual que en el norte de Italia, especialmente en Véneto y Fruili – Venecia Julia, donde durante mucho tiempo fue confundido con Cabernet Franc.

A finales de los años 90, el enólogo Richard Smart importó Carmenere desde Chile a Australia. Las primeras vides del vivero fueron plantadas en 2002 en el valle de Morabool (Geelong, Victoria), que luego fue utilizado para las mezclas tintas. Además, ha sido cultivada en pequeñas cantidades en Nueva Zelanda. Las pruebas de ADN confirmaron en 2006 que las plantaciones de Cabernet Franc de la región de Matakana eran en realidad de Carmenere.

En Chile, aunque se produce en varios valles, solamente algunas zonas presentan las condiciones óptimas para esta variedad. Concha y Toro descubrió un lugar muy particular para cultivar Carmenere. Se lo podría llamar “el filete” – usando la terminología culinaria para un sinónimo de algo extraordinario en su calidad: en el corazón del valle de Cachapoal, en una pequeña meseta cerca de Lago Rapel, se encuentra el viñedo Peumo, caracterizado por el microclima y suelo perfectos para la Carmenere.

Terrunyo Carmenere

4. En el viñedo

El viñedo en Peumo, donde provienen Carmín del Peumo y Terrunyo Carmenere, es un ejemplo de las condiciones ideales que exige el Carmenere. El suelo aquí es profundo, con niveles de arcilla y arena muy proporcionales. Eso suelos ricos y bien drenados son un aspecto clave para que las raíces de esta cepa puedan crecer profundo y encontrar su equilibrio.

El Carmenere es una variedad muy tardía, necesita tiempo para madurar y lograr su perfecto balance. Por eso requiere otoños suaves. Es la última cepa en cosecharse en los viñedos chilenos, generalmente a finales de abril y a principios de mayo.

Esta variedad no aprecia el exceso de agua durante el período vegetativo, lo que contribuye a formar aromas vegetales demasiado marcados de tipo pimiento verde. Los enólogos subrayan que el Carmenere exige mucha atención en la viña, pero sobre todo de condiciones climáticas específicas y geológicas, entre otras un buen equilibrio de los días de sol y lluvias, días cálidos y noches frías. En Peumo, la cercanía del río Cachapoal y el Lago Rapel contribuyen a un sub clima mediterráneo húmedo, perfecto para esta caprichosa cepa.

5. En la copa

El Carmenere ofrece un gran color, taninos suaves y sabores intensos. Mientras más apropiados son las condiciones de su viñedo y cultivo, más finos son los taninos que desarrolla esta cepa. Por ejemplo, Terrunyo Carmenere y Carmín del Peumo son vinos aterciopelados, con taninos sedosos, jugosos y con un tremendo futuro durante la crianza en botella, que puede superar los veinte e incluso treinta años.

Sus aromas característicos son: frutos rojos como frambuesa y guinda ácida. Dependiendo de su manejo en el viñedo y la bodega, el Carmenere presenta también ciertas notas vegetales, desde pimentón verde hasta pimentón rojo dulce o pimentón grillado.

La crianza en la barrica entrega a la cepa aromas como carne, tabaco o champiñones. En ocasiones el Carmenere posee algunas notas minerales como granito o grafito, tan elegantes que emocionan nuestros sentidos, muy características de Carmín de Peumo.