Ya comenzó la loca carrera para encontrar los regalos perfectos para nuestra familia y amigos, pero, además, la planificación para nuestro menú navideño y sus maridajes. Estos son los vinos que no pueden faltar en su mesa.
Muchos países tienen sus originales menús navideños, como en mi tierra natal, Polonia, donde preparamos 12 platos para celebrar la cena de Nochebuena (uno por cada mes del año). Pero en otras partes del mundo el men se ha estandarizado. Las propuestas son muy similares y consisten básicamente en un pavo horneado o jamón glaseado. A quienes tienen dudas sobre qué vinos comprar o piensan que necesitan como veinte botellas distintas, les tengo una buena noticia: con cinco vinos cubrirán todas sus necesidades y pasarán una noche inolvidable.
El primer vino es Casillero del Diablo Devil’s Collection Brut. Este delicioso vino espumante, con una fantástica textura y refrescante acidez, es perfecto para una copa de bienvenida y aperitivo, pero además lo pueden servir con algunas entradas, como tostadas con queso Ricotta y cebolla caramelizada o distintos tipos de paté. En Chile y otras partes del hemisferio sur, la Navidad es el comienzo del verano e imagínense el calor. Por eso nuestras entradas son frescas y en muchos casos marinas, como unas tradicionales machas a la parmesana que literalmente reviven con las burbujas.
El segundo vino que les puede salvar la vida por su gran versatilidad es un blanco de cuerpo mediano, que posea una buena textura y redondez, pero al mismo tiempo que sea jugoso y profundo. Estoy hablando, naturalmente, de Trio Chardonnay. Es un vino clásico, muy elegante y perfectamente equilibrado. Este estilo es irremplazable si eligen como su plato de fondo una proteína “blanca”, como pescados o aves. En muchos hogares, el centro de la mesa navideña es un pavo horneado, pero muchos prefieren servir salmón. En ambos casos este vino es el protagonista de un maridaje divino.
Obviamente, el tercer vino será un tinto. Siempre es bueno tener uno ligero o de cuerpo mediano y otro más intenso. Un vino muy jugoso, lleno de aromas de fruta roja y negra, además de taninos suaves y equilibrados, es nuestro Trio Merlot. Este vino les servirá para acompañar platos clásicos como jamón de cerdo horneado o aves de sabores más intensos como el ganso. Estoy segura que en su casa se sirven estas ricas carnes con varias salsas, como de zarzaparrilla o grosella negra. Ellas subrayan el aspecto frutal y jugoso de este Merlot.
El cuarto vino debe ser un elegante y fino Cabernet Sauvignon. La Navidad se celebra una vez al año y necesitamos un vino de alta alcurnia como Casillero del Diablo Leyenda Cabernet Sauvignon. Este vino armoniza a la perfección con una corona de costillas de cordero. Además, si deciden ofrecer una tabla de quesos después de la comida, este vino brillará como una estrella o, mejor dicho, como un cometa navideño.
Para muchos de nosotros la Navidad sin un plato dulce no estaría completa. Muchas familias eligen queques, postres o kuchenes con fruta seca, como el clásico stollen alemán o el muy chileno pan de Pascua. El maridaje para este postre es Late Harvest de Concha y Toro. Un final dulce que se sentirá como una poesía en el paladar.
A todos mis queridos lectores les mando mis mejores y más cordiales deseos para esta Navidad, llena de maravillosos sabores y maridajes con vinos. ¡Salud!