El erizo es un lujo clásico de estas latitudes. Pertenece a la familia de las estrellas de mar, los equinodermos, y tiene cinco cavidades, dentro de las cuales están los cuerpos de erizos o más comúnmente llamados “lenguas de erizo”.
Debe comerse muy fresco, mejor aún si recién se ha extraído de su caparazón, ya que el contacto con el oxígeno lo oxida rápidamente, alterando su sabor marino tan característico.
4 a 6 personas
Ingredientes
- 12 lenguas de erizo frescas
- 2 paltas grandes
- 3/4 taza de agua fría
- 1 limón (su jugo)
- 40 gr de queso crema
- 1 cebollín picado
- 2 cucharadas de cilantro fresco picado
- 1 cucharada de perejil picado
- 1/2 cucharadita de ají verde picado (opcional)
- Sal y pimienta
Preparación
- En una procesadora moler: palta, cebollín, cilantro, perejil y ají verde (si se desea). Agregarle el agua, jugo de limón y el queso crema. Salpimentar.
- En pocillos medianos o caparazones de erizos bien lavados, distribuir la sopa de erizos y coronar la superficie con dos o tres lenguas de erizo.
- Espolvorear un poco de pimienta, decorar con una hojita verde y servir de inmediato.
Maridaje
La mezcla de estos 2 ingredientes es algo compleja, por una parte la cremosidad de la palta y la fuerza de los Erizos producen un contrapunto interesante. Se recomiendan vinos blancos frescos, de alta acidez y gran estructura, principalmente de suelos calcáreos como Limarí o Leyda, en ese caso me inclinarse por TRIO Sauvignon Blanc o Terrunyo Sauvignon Blanc.