En el corazón del antiguo distrito de Lastarria en Santiago, muy de moda en estos días, encontrarás Bocanáriz, un bar de vinos que se abrió recientemente.
Bocanáriz se distingue y diferencia porque ofrece una experiencia en torno al vino y la comida como ningún otro lugar en Santiago, donde puedes disfrutar una de sus 304 selecciones de vinos, mientras aprendes acerca de ellos y los combinas con una amplia variedad de platos especialmente creados.
“Nosotros, como enólogos, vimos la necesidad de algo como esto”, dice la co-propietaria Daniela Lorenzo. “Chile es un paraíso para la viticultura y tenemos una gran cantidad de viñas, aunque es cada bodega la que informa acerca de sus propios vinos. Nosotros a su vez ofrecemos una visión general sobre el clima, la geografía, cultura, historia y futuro de los vinos de todo Chile”.
Bocanáriz es el resultado de una idea de negocio que obtuvo su financiamiento a través del programa de fondos concursables del gobierno CORFO Innova. Más que una idea de negocio, ha sido un sueño de Daniela y de su colega, la enóloga Katherine Hidalgo, para ayudar a la gente a disfrutar y entender más acerca de la comida y el vino. Se reunieron con su tercer socio, Jerome Reynes, mientras buscaban su locación en Lastarria.
Jerome es dueño de 12 restaurantes en Santiago y estaba buscando abrir otro. “El destino nos ha unido”, dice Daniela. La fusión de tres diferentes visiones y la combinación de conocimientos enológicos y de negocios son parte importante del éxito de Bocanáriz. “Nunca pensamos que se abriría y llenaría desde el primer momento”.
Fue del área “Desarrollo del turismo en barrios históricos” del programa Corfo Innova, de la cual Bocanáriz ganó sus fondos, por lo que no es de extrañar que su negocio esté orientado al turismo. Todos los camareros son bilingües, y cuenta con sommelier cualificados, lo que ayuda a garantizar una experiencia fácil e informativa.
El bar de vinos también está trabajando con los propietarios de varios hoteles y albergues, con el fin de hacer realidad su sueño de compartir una completa experiencia en torno al vino chileno con el resto del mundo.
Hay 35 vinos por copa y degustaciones de vinos, o “vuelos Bocanáriz”, que son dirigidas por sus sommelier, quienes guían a los visitantes a través de las principales tendencias que conforman la industria vitivinícola chilena. El menú de comida incluye platos de 9 familias de sabores: yodados, ligeros, maduros, ahumados, cremosos, dulces y ácidos, picantes, guisados y dulces. Y su garzón -sommelier estará allí para sugerir cuáles debe comer dependiendo del vino que han elegido para beber.
Cada jueves por la noche Bocanariz invita al enólogo de alguna marca y músicos. Por una pequeña cuota de entrada, puedes disfrutar de la música, que se elige cuidadosamente para complementar la noche, así como para crear la atmósfera ideal para escuchar el conocimiento que el enólogo tiene que compartir.
La experiencia en general es reforzada por el estilo de la casa de 1920, “que pasó por numerosas refacciones para convertirse en el restaurante que vemos hoy”, cuenta Daniela. Los toques modernos van desde la elección de la decoración de muy buen gusto, a la vanguardista y mejor máquina dispensadora de vino, la cual permite abrir botellas de vino y que puedan durar hasta 21 días.
La barra del bar es de color blanco, lo cual permite distinguir fácilmente el color de los vinos, un aspecto importante de la degustación. Debido a que el restaurante solía ser una casa, encontrarás diferentes habitaciones, cada una con distintas funciones. La zona del bar posee mesas y sillas altas, brindando a quien lo visite un ambiente relajado.
El salón es perfecto para compartir unas copas de vino con los amigos, y también hay opciones de cenas más formales, incluyendo una habitación privada con una gran mesa propia.
La bodega era una característica original de la casa y se ha vuelto a hacer convirtiéndose actualmente en un sótano muy agradable y estético. Tiene una capacidad de hasta 1.400 botellas y se mantiene siempre en un nivel adecuado de temperatura y humedad.
Entre una gran variedad de otros vinos chilenos, encontrará una gran selección de vinos Concha y Toro. Bocanáriz ofrece varias selecciones de nuestras líneas Amelia, Trio, Marques de Casa Concha y Casillero del Diablo, así como el vino ícono Don Melchor.
“Se decidió incluir a Concha y Toro ya que posee muy buenos vinos y es la bodega más famosa de Chile. También nos gusta el hecho de que están en constante actualización y búsqueda de nuevas propuestas en términos de valles vitivinícolas. Por estas razones creemos que es importante incluir sus diferentes líneas. Ofrecemos Don Melchor por copa, lo que da a nuestros clientes la oportunidad de conocer los mejores vinos de Chile”, explica Daniela.