Algunas recomendaciones muy sencillas e importantes para comenzar a catar tus vinos en casa sin necesidad de ser un gran experto son; contar con copas lisas, transparentes y preferentemente de cristal, un lugar libre de olores y aromas con buena iluminación, así como también tener el vino a la temperatura adecuada. Una vez que han seguido estos consejos básicos, comenzaremos nuestra cata en tres pasos: vista, olfato y gusto.
Vista
Lo primero que debes hacer es inclinar tu copa a 45 grados sobre un fondo blanco para comenzar a evaluar su color, el que puede variar acorde a su edad. Por ejemplo, en el caso de los tintos, podemos encontrar colores púrpuras y violáceos durante su juventud, mientras que en los vinos de más edad, colores teja o naranja.
En los blancos, encontraremos colores amarillos claros y verdosos en su juventud y en los más adultos, colores amarillo paja, oro nuevo u oro viejo. Posteriormente, debes confirmar que el vino no tenga presencia de sedimentos y que sea limpio y brillante.
En esta etapa, el vino debe pasarse suavemente por las paredes de la copa y notar cómo se adhiere hasta formar unas gotas, llamadas lágrimas o piernas. Si son delgadas, refiere que será un vino ligero en boca, y si son gruesas, a un vino de mayor cuerpo. Si éstas caen lentamente, nos indica que es un vino con buena concentración de alcohol y por el contrario, si caen rápidamente, nos indica que es un vino bajo en alcohol. <ver más>
Olfato
Esta es una de las etapas más subjetivas, ya que la memoria olfativa es distinta en cada persona. Para comenzar, debemos acercar el vino a la nariz y comprobar que éste sea agradable y que encontremos aromas (cualidades) y no olores (defectos).
Después, ir de lo general a lo particular, es decir, englobar el vino en grupos aromáticos, si es frutal, floral, herbal, vegetal o especiado y posteriormente, tratar de encontrar el máximo de aromas que podamos de acuerdo a nuestra capacidad olfativa, sin olvidar que la nariz es un músculo que debemos de ejercitar, así que entre más juguemos con ella, mayor cantidad de aromas podremos percibir. <ver más>
Gusto
Esta es una etapa donde confirmaremos los puntos anteriormente analizados. Para ello, debemos de dar dos tragos de vino, el primero tiene como objetivo limpiar el paladar y el segundo, analizarlo.
Comenzaremos a medir su fuerza en paladar, si es ligero, medio o potente así como su acidez (salivación en boca), si es agradable o muy marcada, si es dulce o seco y posteriormente su textura, en los tintos si es áspero o aterciopelado, y en los blancos, si es sedoso o ligero, y debemos de concluir con la medición su permanencia en boca, si es corta, media o larga. <ver más>
Espero que la próxima vez que descorchen un vino, puedan deleitarse con cada una de sus cualidades, únicas en cada botella.