Halloween es un día que disfrutan tanto los niños como los adultos, pero por motivos diferentes. Los niños esperan la oportunidad de disfrazarse y saborear los dulces, mientras que los adultos pueden celebrar con sus vinos favoritos. ¿Se atreven a desenmascarar al brujo? Si están organizando una fiesta de Halloween, podrían planear para sus amigos una cata a ciegas unos ricos maridajes para disfrutar junto a un entretenido juego.
Si no saben qué hacer para Halloween, podrían considerar reunir a los amigos para una fiesta de miedo: una cata de vinos a ciegas. Una degustación a ciegas significa que todos los invitados prueban una serie de vinos sin saber cuáles son (el anfitrión cubre las etiquetas con bolsas de papel, papel de aluminio o unas decoraciones inspiradas en Halloween). Esta es una gran manera de enfocarse en el vino, disfrutarlo hasta el máximo con todos sentidos y aprender cosas nuevas. El objetivo es adivinar la identidad del vino, como variedad, origen, cosecha y nivel de precio, y por supuesto, votar por su favorito: el vino brujo. Es más fácil de lo que piensan y súper divertido.
Inviten a sus amigos. Utilicen el correo, mensaje de texto o, si tienen tiempo, hagan unas invitaciones hechas a mano y envíenlas por correo. Por ejemplo, dibujen un fantasma o colmillos de vampiro o cualquier representación del más allá.

Elijan un formato de degustación. Les invito a leer el texto sobre las catas en casa para refrescar este tema. Estas se pueden hacer con los invitados sentados o pueden colocar los vinos alrededor de la sala y probarlos uno por uno. El formato sentado requiere una cantidad significativa de copas, dependiendo de la cantidad de amigos. Sin embargo, las empresas de catering a menudo arriendan copas de vino a precios razonables. Les recomiendo hacer una cata con 5 a 6 vinos de diferentes cepas y estilos, desde blancos a tintos. Seguramente me concentraría en la línea Casillero del Diablo con la leyenda del diablo habitando la bodega. Sí, un toque de susto para esta ocasión. Otro formato muy entretenido podría ser una serie de tres duplas: Casillero del Diablo Chardonnay y Reserva Especial Chardonnay; Casillero del Diablo Carmenere y Reserva Privada Carmenere; y, para el final, dos mezclas tintas: Devil’s Collection Red y Diablo.
Preparen las decoraciones para su fiesta. No puede faltar una espeluznante calabaza (un buen zapallo ahuecado con una luz en su interior). También utilicen botellas de vino vacías y píntenlas con pintura para vidrio con motivos de Halloween. Estas botellas pueden servir como una lámpara con una vela larga. Para las botellas de la cata, les recomiendo cubrirlas con vendajes y pegar algunos ojos de papel. Así obtendrán unas preciosas botellas momias. Por último, pueden pegar unas tarjetitas con nombres de fantasía para sus vinos. Por ejemplo, “blanco fantasma” para el Chardonnay; “tinto vampiro” para el Carmenere; o “sangre de vid” para las mezclas tintas.

Compren una variedad de quesos. Les invito a revisar nuestro post para recordar cómo montar una buena tabla de quesos. En cada queso pongan una tarjetita pegada en un mondadientes, como si fuera una banderita, y con los siguientes mensajes: un Brie de miedo, Gruyère hecho por brujos, zombi Cheddar o mohoso queso azul. Después de la cata, pueden agregar otros picoteos temáticos que hacen un buen maridaje con los vinos. Por ejemplo, Chardonnay con mini tostadas con un tirado de salmón de infierno con ají picante y unos shots de sopa crema de zapallo con una pizca de curry; para el Carmenere unos mini sándwich con prietas sangrantes y unos pimientos dulces rellenos con Ricotta, especias y nueces con gratina de queso mantecoso; y con las mezclas tinta unas tostadas con un vampiresco roast beef y una porción individual de albóndigas de carne con una rica marinara y tallarines, además de una selección de embutidos como jamón, salame o chorizos.
Para probar cómo van los distintos alimentos con cada vino, beban un sorbo de vino y a continuación tomen un bocado de comida, seguido de un segundo sorbo del mismo vino. El segundo sorbo demostrará el efecto de la comida en el vino. Es un método sabroso para aprender qué combinaciones funcionan y cuáles no.
No se olviden de preparar unas hojas de degustación, obviamente con algún motivo de Halloween para que los invitados tomen notas, adivinen la identidad de cada vino y califiquen sus favoritos. Después todos pueden comparar sus percepciones y conversar. Una vez que la degustación se complete, descubran cuál vino es el brujo y quién adivinó correctamente. Fácil, entretenido y aterrador.