La española es una de las cocinas europeas más variadas y un emblema de la “dieta mediterránea”. Sus recetas son un viaje en el tiempo, desde los siglos antiguos hasta el futuro de la gastronomía. Les queremos recomendar algunos típicos platos españoles y ricos maridajes con vinos.
España es muy diversa en términos de clima y topografía. En cada región encontramos ingredientes clave que definen la personalidad de su cocina, conformando una identidad nacional única, sabrosa y fascinante.
Sus bases culturales están marcadas por las prolongadas ocupaciones: fenicia, griega, romana y especialmente mora. Cada una de estas naciones trae sus especias y alimentos, como almendras, naranjas y limones. En Andalucía, incluso, se pueden encontrar algunas recetas de origen gitano, como berza gaditana (un plato complejo tipo potaje, preparado en una olla con porotos, cerdo, chorizos y verduras).
Además la cocina española tiene profundas raíces religiosas. Muchos platos dulces y salados están preparados para distintas fiestas del calendario litúrgico. Algunos se preparan sólo durante períodos específicos de fiestas religiosas, como el hornazo de Salamanca (un tipo de empanada rellena con carne, chorizos, jamón y huevo duro), tradicionalmente servido durante la Semana Santa.
Por otra parte, hay algunos denominadores comunes en la cocina española, como el uso de aceite de oliva para la preparación de la mayoría de sus platos. España es el primer productor mundial de este producto y cuenta con más de 250 variedades de aceites de oliva y 27 denominaciones de origen.
Algunos productos son realmente fundamentales y definen la cocina española. Durante el largo y caluroso verano ibérico nada refresca mejor que una fría porción de gazpacho hecho de tomates, pepino, pimiento rojo y cebolla. Esta receta, junto con una copa de Casillero del Diablo Shiraz Rosé, es la quintaesencia del verano.
Muy populares también son las verduras grilladas o cocidas, como la escalibada, una entrada catalana de berenjena y pimiento rojo cocido y sazonado con aceite de oliva. Pruébenlo con Casillero del Diablo Carmenere y disfruten la jugosidad y aromas que se entrelazan y crear un maravilloso conjunto.
El grano más característico de la cocina española es naturalmente el arroz. El arroz para la paella es redondo y corresponde a la variedad llamada bomba. Lo pueden cocinar con carne, mariscos o una mezcla de ambos. Cada región tiene su propia versión de paella. Este plato nació en el siglo XVIII en Horta de Valencia y rápidamente se popularizó por todo el país. Después de la guerra civil española, el país quería desarrollar el turismo y encontrar un plato emblemático nacional. La paella fue la ganadora por varias razones: el arroz era barato, la preparación fácil y, sobre todo, contenía los colores del emblema nacional (tomate y pimienta roja y el azafrán amarillo del arroz).
La paella es un plato que nos permite hacer maridajes con muchos estilos de vino, desde blancos hasta tintos. Sin embargo, les quiero recomendar especialmente Casillero del Diablo Chardonnay. Este vino blanco, proveniente del Valle del Limarí, no solo armonizará con los sabores marinos de la paella, sino además su personalidad costera refrescará e intensificará los complejos sabores del plato.
Como mencioné anteriormente, la cercanía del mar Mediterráneo se manifiesta en una amplia variedad de frutos del mar, fundamentales para la creación de las famosas tapas. Además de aceitunas, tortilla española, croquetas de papas o patatas bravas, encontramos muchas versiones marinas, como camarones al ajillo, calamares en su tinta, pulpo a la gallega, pulpo a la parrilla (servido con un aceite de oliva y espolvoreado con pimentón) o boquerones (anchoas marinadas). Para acompañar las tapas nada mejor que un vino blanco crujiente, jugoso, con marcadas notas de fruta cítrica y tropical. Les invito probar estas tapas en base de mariscos con Casillero del Diablo Sauvignon Blanc.
Pero la cocina española tiene también su cara más cárnica. En el país se producen varios embutidos de clase mundial: jamón ibérico o jamón serrano, chorizos y lomos. El jamón ibérico, por ejemplo, se produce con carne de cerdos alimentados con bellotas. De ahí sus diferentes tipos, dependiendo de la cría y de la raza del animal. Hay varias denominaciones de origen. El famoso término «Pata Negra» es un nombre común y se refiere directamente a la raza de cerdo. Pruébelo con Casillero del Diablo Merlot.
Después de una abundante fiesta española de estilo mediterráneo es obligatorio terminar la comida con un último paso. No olvidemos que España es un país productor de fabulosos quesos, como queso de oveja Zamorano, Manchego, queso azul de Asturias, queso de Murcia al vino y muchos otros. Para estos deliciosos quesos de oveja y cabra les recomiendo elegir un vino blanco como Trio Sauvignon Blanc. Con su cuerpo mediano y bien marcada acidez, se complementa perfectamente con estos quesos.
Y para todos ustedes que disfrutan de los postres y la repostería, España es un verdadero paraíso. Cada fiesta y cada región tienen su propia versión de flan, torta, arroz con leche, pasteles y galletas. En muchas recetas se puede encontrar miel, limón, canela, anís y almendras. Una de las especialidades españolas es el turrón, una masa dulce obtenida por la cocción de miel (o azúcar) y claras de huevos, a la que se incorporan almendras peladas y tostadas.
Para terminar este viaje por España tengo para ustedes una receta fácil y rápida, además de deliciosa. Es una torta de almendras (tradicionalmente preparada para los peregrinos de Santiago de Compostela). Pruébenla con Casillero del Diablo Late Harvest y sentirán las maravillosas notas de esta gran historia culinaria.
Torta de almendras
Ingredientes para un molde redondo (10 – 12 personas)
- 375 gr harina de almendras
- 375 gr azúcar
- 8 huevos
- 1 cucharadita de canela
- Cestas de un limón
- Azúcar flor para decoración
Preparación
- Mezclar azúcar con huevos.
- Aparte mezclar harina de almendras con canela y cestas de limón. Ahora mezclar ambas.
- Preparar el molde para hornear (con aceite y pan molido). Verter la masa de la torta al molde.
- Hornear 30 minutos a 180 ºC.
- Decorar con azúcar flor.