Concha y Toro

Ania Smolec 27/10/2016

Comfort food: alimentando el cuerpo y el alma

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La comida es como un barómetro de nuestros sentimientos. Podemos celebrar con una lujosa receta, pero cuando nos sentimos tristes o frustrados algunos platos son como un abrazo que nos conforta. Conozcamos la tendencia “comfort food” y sus maridajes con vino.

Así lo explican los psicólogos: cuando nos sentimos tristes, solos o en una situación estresante, buscamos cierto confort en la comida. Lo hacemos en base de recetas criollas y sabores conocidos, que nos recuerdan nuestra casa e incluso nuestra infancia.

Por eso hoy el concepto de “comfort food” es tan popular. En miles de páginas de libros de cocina, blogs culinarios y revistas gastronómicas pueden encontrar recetas que no solo satisfacen nuestro estómago, sino que también alegran nuestro corazón.

Fries

¿Qué platos pueden ser calificados como “comfort food”? Es un tema muy personal, subjetivo, si se quiere, pero podríamos decir que se trata de una preparación que despierta nuestra memoria emotiva y mejora nuestro humor.

Pero también hay platos que confortan a los habitantes de un mismo país o a toda una generación. Son recetas tan universales que nos alegran sin excepción. Simples, fáciles de recrear y frecuentemente bastante calóricas. Ricas y sabrosas.Para alguien pueden ser unos simples huevos revueltos o panqueques con manjar; un plato de erizos que compartía con su abuela en el Mercado Central; o, en mi caso, una sopa de tomate con fideos que hacía mi mamá para las noches de invierno en Polonia.

La comida que conforta no necesariamente es sinónimo de carne, aunque para muchos un simple y rico bistec puede alegrar el corazón.

Hay ocasiones en que una tortilla de patatas, o las papas bravas o fritas no son solo un acompañamiento, sino platos que nos confortan y regalonean. Sírvanlos con una copa de Casillero del Diablo Devil’s Collection Brut o con Casillero del Diablo Sauvignon Blanc. La exquisita acidez de estos vinos refresca y limpia nuestros paladares, pero además suma chispa y alegres notas cítricas. Estos vinos también van maravillosamente bien con frituras como los emblemáticos fish & chips o hamburguesas de carne de pescado.

Otro clásico plato de “comfort food” es el mac & cheese, que no es otra cosa que pasta horneada con queso y salsa blanca. Es una receta rápida y fácil, además de deliciosa. ¡Cada bocadillo se derrite en la boca! Mejor aún si la sirven con un cremoso Casillero del Diablo Chardonnay.

Mac and CheeseVarias recetas de “comfort food” están basadas en carne molida. Pero es muy importante, en términos de maridaje, analizar los ingredientes y salsas que lo acompañan. Por ejemplo, el shepard’s pie o pastel de papas, como se conoce en Chile, consiste en una capa de carne, otra de puré de papas; todo horneado con una cubierta de queso. Sin duda la carne de vacuno brilla en esta receta. ¡Es la estrella! Por eso les recomiendo Casillero del Diablo Cabernet Sauvignon. Pero cuando preparen un reconfortante plato de spaghetti con albóndigas de carne o una deliciosa lasaña, piensen en la jugosa salsa de tomates. En este caso les recomiendo Casillero del Diablo Merlot.

Para muchos, la pasta rellena también es “comfort food”. Si es rellena con queso o zapallo, descorchen Casillero del Diablo Viognier. Pero si está rellena con carne, como ravioles, dim sum chinos o pierogis polacos, la historia es muy diferente. La carne de cerdo o vacuno es sazonada con varias especias, por lo tanto buscamos un vino de cuerpo mediano, jugoso y vibrante como Casillero del Diablo Carmenere. No lo olviden: siempre la proteína, especias y salsas nos indican el estilo del vino.

No podemos terminar sin el postre, sin duda el símbolo de “comfort food”. El sabor dulce nos sube el ánimo inmediatamente. ¡Es como un acto de magia! Y para un plato dulce elijan un vino de cosecha tardía como Casillero del Diablo Late Harvest. Los invito ahora a preparar un clásico pie de manzana. Un postre que no solo los reconfortará, sino que los dejará felices.

Pie de manzana

Apple PieIngredientes

  • 500 gr de harina
  • 250 gr de mantequilla sin sal
  • Media taza de azúcar flor
  • Un huevo entero y una yema
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • 2 cucharadas de crema
  • 4 manzanas verdes grandes
  • 2 cucharaditas de azúcar rubia
  • 1 cucharadita de canela molida

Preparación

  1. Para la masa, formar una bola con todos los ingredientes. Cubrir en un film de plástico y dejarlo en el refrigerador por una hora.
  2. Cortar las manzanas en trozos pequeños, poner en una olla, agregar azúcar, canela, y unos 50 ml de agua. Cocinar a fuego moderado en una olla tapada durante 15 minutos.
  3. Sacar la masa del refrigerador y con un rodillo darle forma redonda. Hornear en un molde para tarta por unos 15 minutos a 200º C.
  4. Cuando esté ligeramente dorada, dejar enfriar la masa.
  5. La masa, cuando está a temperatura ambiente, está lista para las manzanas. Espolvorear un poco de panko o pan rallado sobre la masa y verter las manzanas. Con el resto de la masa formar cintas y cubrir las manzanas.
  6. Hornear por aproximadamente media hora a la misma temperatura.
  7. Servir con una copa de helado de vainilla y Casillero del Diablo Late Harvest.