Es fácil enamorarse de la naturaleza y cultura de Brasil. Podemos dejarnos seducir por Río de Janeiro con su famoso monumento de Jesús Redentor, la playa de Copacabana, el carnaval o un partido de fútbol de su selección nacional. Pero, ¿qué probar en Brasil? ¿Cómo hacer unos ricos maridajes? Esta vez nos dejamos llevar por su gastronomía al ritmo de la samba.
Brasil es un país conocido por su pasión por el fútbol, su alegría y su carnaval que seduce con música, bailes y colores. Pero Brasil también posee un lado gastronómico muy interesante, que nos permite viajar por sus regiones y disfrutar a plenitud sus profundos y variados sabores.
Las raíces de la comida brasileña provienen de cuatro continentes: influencias de las migraciones de Europa, en su mayoría portuguesa, italiana y alemana con sus cervezas y recetas de cerdo y embutidos; un marcado origen indígena, especialmente de la Amazonía; e influencias africanas e incluso asiáticas.
Brasil es un país enorme y cada región aporta con su propio sello distintivo. Por ejemplo, en el nordeste, existe una gran influencia de la cocina africana; en el norte, una raíz más indígena; en el sudeste, una mayor preponderancia de los emigrantes italianos que aportan varios tipos de pasta, como unos ricos capeletti en brodo (con carne y servidos en un caldo). Un plato delicioso que les recomiendo con un vino tinto de cuerpo mediano, jugoso y sabroso como Trio Merlot.
Muchas técnicas son de origen indígena, como la carne asada en un panel de barro sobre tres piedras o en horno subterráneo, pero éstas han sido adaptadas por los inmigrantes. Una receta muy popular en Brasil y que tiene un origen indígena es la pamoña (del portugués pamonha). Es una pasta elaborada con maíz, envuelta en hojas (muy parecida a la humita chilena).
Los africanos llevaron sus propias recetas, pero sustituyeron los ingredientes originales por los locales. Ellos suelen acompañar los platos salados con frutas como naranjas. Una de las recetas más famosas de esta cultura es el acaraje, un plato en base a frijoles blancos, cebolla, cilantro y vatapa (camarones deshidratados). Este plato tiene bastante peso, por eso necesita un vino equivalente. Los frijoles y el intenso aroma de los camarones piden frescura y cremosidad. Por todo eso les recomiendo Casillero del Diablo Brut Reserva.
Hay también algunos denominadores comunes en el país: una suerte de comida nacional. Los tres pilares brasileños son: porotos, carne y carbohidratos, principalmente arroz, plátanos fritos, papas y granos como maíz, mijo o sorgo. Estos ingredientes son la base de varios platos, desde la famosa feijoada hasta la sopa con piedra de origen portugués.
Los brasileños, especialmente en el sur de país, están enamorados de la carne de vacuno asada y son verdaderos maestros en su preparación. El corte más conocido del país se llama churrasco y los restaurantes especializados en este corte se llaman churrascarías. Con un rico y jugoso churrasco brasileño no dude con la elección del vino. Descorche Marques de Casa Concha Cabernet Sauvignon y disfrute de su muy buena estructura, taninos redondos e inolvidable sabor de esta cepa.
Otro ingrediente omnipresente es la yuca y sus variadas formas, como mandioca (harina) o tapioca. Se utiliza en casi todas las recetas; para preparar pan, para espesar salsas y guisos o para elaborar algunos postres y dulces. Los brasileños también utilizan muchas frutas, pues su clima les permite disfrutar de una amplia variedad de frutas tropicales, algunas de ellas desconocidas en otros partes del mundo. Las más famosas son: naranja, mango, jaca, acai, mango, mamões, goiabas, maracuyás, abacaxis, fruta-do-conde, cajús (la fruta de la castaña). Entre los frutos secos destacan el pequi (nuez), muy popular en la cocina del estado de Goiás. Generalmente es servido con arroz, cajús y leche coco.
La costa del Atlántico permite disfrutar pescados y mariscos. Unos de los platos muy populares en varios estados, desde Espíritu Santo hasta Bahía e Para es la moqueca capixaba. Es un tipo de guiso en base de pescado, con tomates y cebolla, cocinado con aceite de palma (otro ingrediente que caracteriza la comida brasileña). El plato se sazona con pimiento y termina con leche de coco. Con la moqueca les recomiendo Casillero del Diablo Shiraz Rosé. Con su frescura funciona muy bien con la carne de pescado, pero además sus notas dulces armonizan a la perfección con la salsa de tomates.
Una de las preparaciones más típicas, considerado como el plato nacional, es sin duda la feijoada. Esta receta proviene de la zona carioca de Brasil, pero tiene sus raíces en Portugal. Es un plato muy rico y con una gran cantidad de ingredientes. Se prepara en base de porotos negros cocinados con carnes y acompañado de arroz. Se pueden incorporar diferentes partes del cerdo, como patas, orejas y tocino, además de otras carnes ahumadas o saladas.
Con este rico y abundante plato necesitan un vino de buena estructura, con algunas notas ahumadas que les permiten obtener un maridaje divino y sabroso. Por eso les recomiendo probarlo con Trio Cabernet Sauvignon, un vino de estupendo cuerpo que reúne tres variedades: el Cabernet Sauvignon regala concentración y clase, el Syrah entrega notas florales y un perfecto toque picante y el Cabernet Franc aporta notas herbales y fineza.
Aunque existen millones de recetas y versiones de feijoada, les presento una muy fácil de preparar y que dejará su cocina llena de aromas cariocas.
Feijoada
Ingredientes (4 personas)
- 500grs de porotos negros
- 200grs de tocino ahumado
- 200grs de carne seca
- 200grs de costillas de cerdo
- 100grs de longaniza ahumada
- 2 hojas de laurel
- 2 cebollas picadas
- 2 dientes de ajo
- 1 taza de arroz
- Pimienta negra y sal al gusto
- Aceite vegetal
Preparación
- Remojar los porotos y la carne seca durante la noche anterior.
- Escurrir toda la carne y hojas de laureal.y Ponerla a hervir en una olla grande y a fuego fuerte junto a las costillas de cerdo, las longanizas ahumadas y el tocino.
- Bajar el fuego, tapar y dejar cocinar por 2 horas como mínimo. Después cortar en trozos finos.
- En otra olla preparar los porotos negros. Cocinarlos en agua fría y a fuego muy lento hasta que hierva, inmediatamente tapar la olla y dejar cocer durante 2 horas.
- Preparar un sofrito con los frijoles. En un sartén calentar aceite, verter cebollas y ajos picados finamente, freír hasta que alcancen translucidez.
- En el sofrito listo verter una parte de los porotos negros y aplastarlos con un tenedor. El resto incorpórelo con una taza del caldo de cocción de porotos y disponer nuevamente en el fuego por 20 minutos sin cesar de revolver. Su objetivo es lograr un caldo muy espeso.
- Mezclar carne, sofrito y el resto de los porotos, dejar en fuego lento unos 15 minutos para que todos los sabores se combinen. Sazonar a gusto.
- Servir con arroz.