Tendemos a romper las copas de vino y por eso nunca son suficientes en la casa. Por eso es muy importante aprender a cuidarlas. Los invito a un mini curso para proteger sus accesorios de vino.
A veces las tareas más fáciles son las más difíciles. ¿No es cierto? Aunque limpiar una copa o secar un decantador parece sencillo, les aseguro que nunca es una pérdida de tiempo recordar un poco de teoría. Así aseguraremos una larga vida para nuestros accesorios de vino favoritos.
Rutina de belleza
De todos nuestros accesorios de vino, el descorchador es el más fácil de limpiar. No es delicado como las copas. Es un duro. ¡Un metalero! Pero eso no significa que tenemos que ponerlo a cada rato bajo el chorro de agua. Solo el corcho debería estar en contacto con el vino. Si se mancha es suficiente limpiarlo con un paño húmedo. Después secarlo con otro paño para evitar la corrosión. Y al cajón.
Pero con las copas y decantadores no es tan fácil. No les recomiendo ponerlos en una lavadora de platos. Es mucho mejor lavarlos a mano debido a su delicada estructura de cristal. Las lavadoras no son infalibles. A menudo dejan residuos. Estos no solo impiden apreciar el vino correctamente, sino además afectarán su sabor. ¿Se imaginan su vino favorito con notas de menta o limón artificial del detergente?
El mejor método para limpiar las copas o vasos de vino es a mano, con poca cantidad de un detergente suave o simplemente con agua. También deben tener una esponja en forma tubular (no un cepillo áspero) para limpiar la parte inferior de los contendores más estrechos como pueden ser las copas de espumante.
Debido a que los buenos recipientes de cristal pueden ser más porosos que los de vidrio, es posible que algunos de ellos se tiñan a lo largo del tiempo, especialmente después de beber vinos tintos. No refrieguen sus copas. Si lo hacen crearán una superficie más áspera, facilitarán el desarrollo de manchas y se les hará más difícil calibrar con precisión el color y la claridad del vino.
Mi truco y consejo para ustedes es verter en la copa un poco de vinagre (de uva blanca o de manzana) por un par de minutos. Después limpiar la copa con una esponja y enjuagar bien con agua. El mismo método utilizo en mi casa para las tazas, especialmente después de beber té o café. Las manchas desaparecen milagrosamente.
El decantador, por otro lado, es un accesorio muy de moda. Decorativo, entretenido y con ese toque de elegancia para el servicio del vino. Pero su propósito es otro: realzar el aroma y sabor del vino. Generalmente se utiliza para oxigenar los vinos más jóvenes y separar los sedimentos del líquido de los vinos más antiguos.
Los decantadores pueden tener diferentes formas. Algunas tienen un cuello muy angosto y largo que es imposible de limpiar con una esponja o cepillo. Lo que necesitan es algún producto que desmanche el fondo del decantador, pero que no deje ningún aroma invasivo. Por eso les recomiendo de nuevo usar vinagre, jugo de limón o un poco de bicarbonato de sodio y agua. Agiten bien esta mixtura dentro del decantador y enjuaguen con abundante con agua.
El mayor error es dejar que las lágrimas de agua formen nuevas manchas después de lavarlos. Por eso es muy importante secar bien las copas. Lo óptimo es levantarlas por su base y dejarlas secar en un área bien ventilada. También las pueden secar con cuidado con un paño que no deje pelusa. A mí me gusta poner un paño en la mesa y poner el vaso invertido. Lo mismo hago con el decantador.
Guardado para el uso
Cuando me preguntan dónde guardar las copas y el decantador, siempre respondo que el criterio más importante es elegir un lugar donde disminuya la posibilidad de romperse. El segundo aspecto es la cercanía de otros productos. El vidrio captura aromas. Por eso eviten guardar sus copas entre especias o ingredientes de cocina. Utilicen un espacio donde guarden las copas y nada más. Ojalá este gabinete sea cerrado para evitar cualquier residuo o polvo.
Una buena idea para todos los amantes del vino es comprar algún estante para colgar sus copas de vino. No sólo muestra las copas de una manera atractiva, sino que además las separa para evitar que se golpeen unas contra otras. Por último, estos estantes proporcionan un lugar conveniente para su secado.
Aunque guarden sus copas en un lugar adecuado, siempre es bueno darles un enjuague rápido con agua y secar con un paño antes de utilizarlas. Una tradición muy antigua es usar un poco de vino para enjuagar las copas y luego hacer una ofrenda a la Pacha Mama o dios Dionisio (o simplemente al fregadero). Esto eliminará cualquier contaminante del vidrio y asegurará que no se añadan sabores inapropiados. Solo sentirán la pureza y carácter de su vino favorito.