Durante las preparaciones de un matrimonio hay que enfrentar varias decisiones. Una de las decisiones importantes es cuáles y cuántos vinos comprar para la celebración. Los invito a dar el sí siguiendo nuestros consejos.
Es un día inolvidable. Los novios están muy emocionados y quieren que todo salga perfecto. Naturalmente sería imposible tener el vino adecuado para cada bocadillo o darles el gusto a todos los invitados. Por eso sigan atentamente estas sugerencias:
¿Qué vinos elegir?
1. Comida
Es imposible elegir los vinos sin saber qué platos van a ofrecer a sus invitados. Si optan por algún plato de carne busquen entre vinos tintos y si su plato principal es pescado, naturalmente es mejor inclinarse por algún blanco.
Su vino tiene que ser versátil para maridajes. Por ejemplo, Casillero del Diablo Chardonnay es un vino blanco de cuerpo mediano, y gracias a su guarda en barrica, tiene una rica textura, pero sin perder su exquisita frescura. Es ideal para un menú de matrimonio. Traten de buscar estos vinos de cuerpo mediano. Es una decisión sabia. No solo dejarán contentos a los amantes de la frescura y/o los taninos, sino que además permiten armonizar mejor con muchos tipos de platos, desde bocadillos hasta fondos. Es un matrimonio por conveniencia.
2. Estilo de boda
Pueden organizar la boda en un restaurante, hotel o sala de eventos, pero también montar una carpa en el jardín de una casa, campo o playa. El estilo de la fiesta puede ser formal o informal.
Mi consejo es el siguiente: si deciden organizar una fiesta de etiqueta, que por lo general se realizan en hoteles, restaurantes o centros de eventos, ¿o quizá en una gran casona del siglo XIX? Piensen en vinos tintos, pues tienen una imagen más elegante, seria e intelectual, como Casillero del Diablo Leyenda.
Si salen al jardín y permiten a sus amigos y familia vestirse de una manera más casual o incluso bohemia, les recomiendo elegir vinos como Casillero del Diablo Rosé, más alegre, espontáneo y perfecto para varios tipos de platos.
3. Temporada del año
En invierno la gente prefiere más taninos y cuerpo para entibiar la noche. Ofrezcan un vino tinto de buen cuerpo, pero con rica acidez, como Casillero del Diablo Cabernet Sauvignon, pero si su boda tiene lugar en verano, elijan vinos frescos como Casillero del Diablo Sauvignon Blanc.
¿Cuántas botellas comprar?
Primero tienen que pensar en la duración de la celebración. Si es solo un almuerzo, que se prolongará por un par de horas, pueden calcular media botella o una por invitado, pero si la fiesta va a durar hasta la mañana siguiente, es mejor asegurarse con 2 botellas.
Ese número solo les sirve si el vino es el único tipo de alcohol. Pero si van a ofrecer también cervezas y/o cócteles, calculen 1 botella por persona. Asegúrense, eso sí, de que sus amigos y familiares no manejen de vuelta. Contraten taxis, vans o buses para que lleguen sin novedad a sus casas.
El brindis
No se puede imaginar un matrimonio sin un brindis por la buena y larga vida de los recién casados. Y no hay mejor forma de brindar que con un rico vino espumante.
Para la mayoría de los invitados este estilo de vino solo se utiliza para el brindis o compartir los primeros bocados, como ostras o ceviches, pero después debemos continuar con los vinos tranquilos y secos. Por eso no necesitarán tantas botellas.
Una botella de espumante alcanza para 6 u 8 personas, dependiendo de cuánto sirvan los garzones (el protocolo indica ¾ de una copa tipo flauta). Ese número tienen que multiplicarlo por el número de sus invitados.
Precio
El tema del precio del vino depende exclusivamente de su presupuesto. Pueden comprar algún vino más caro y fino. Pero fíjense que la fiesta de matrimonio no es sobre comida y vinos.
Nadie va a ensayar los pasos de cata y tomar notas. La gente quiere pasarlo bien con los novios, bailar, cantar y reírse. ¡Divertirse! Entonces el vino óptimo tiene que ser de un precio moderado, de cuerpo mediano, con buena acidez, agradable y fácil de entender. Tiene que ser un vino rico y de excelente relación precio / calidad como Casillero del Diablo Devil’s Collection Red.
Cosecha
Cuando elijan los vinos para el matrimonio les recomiendo pensar en frescura y notas frutosas. En caso de los blancos, significa la última cosecha disponible en el mercado. Si se trata de tintos, puede ser un vino de la última cosecha o hasta con 2 o 3 años de guarda.
A menos que sus invitados sean eruditos y amantes del vino y organicen un menú especialmente diseñado para armonizar con diferentes cepas y añadas.
¿Dónde comprar?
Antes de comprar los vinos, es mejor averiguar los precios en varias tiendas y supermercados, además de verificar en las salas de venta de las viñas.
Muchas veces tienen alguna oferta especial o en promoción algunas líneas de vinos. No se olviden de negociar y pedir un descuento por el volumen de botellas. En pedir no hay engaño.
Copas
Para la fiesta de matrimonio solamente necesitan tres copas: flauta para un vino espumante, y dos de tipo tulipa: una mediana para los blancos y otra más grande para los tintos.
Además les recomiendo contratar sommeliers para que se encarguen del correcto servicio de los vinos. Los vinos no pueden tener defectos como olor a corcho o ser servidos a una temperatura inadecuada. Pueden arruinar la comida.
Vino para los recién casados…
Y finalmente un vino puede ser el regalo perfecto para los novios. Puede ser un vino de líneas superiores o incluso un ícono que refleje lo mejor de la cepa y terroir, como el fabuloso Cabernet Sauvignon Don Melchor.
Este tipo de vino es un regalo muy elegante, pues tiene un potencial de guarda muy importante y puede descorcharse durante los futuros aniversarios de la pareja.
Si su presupuesto les permite, recomiendo comprar una caja de seis botellas para que el feliz matrimonio descorche una botella cada cinco años hasta llegar a las bodas de perla. ¿Qué mejor?