Sobre la costa atlántica se encuentra esta región mexicana famosa por su historia, su cultura y sin duda, por su gastronomía. Desde aquí, de la fusión de ingredientes indígenas con sabores españoles, se han creado algunos de los platos más representativos del país azteca.
Veracruz es una ciudad ubicada en el Golfo de México, en el municipio y estado con el mismo nombre. Famosa por haber sido fundada por Hernán Cortés hace precisamente 500 años y encontrarse en la región desde donde los españoles iniciaron la conquista de Tenochtitlan, capital de los mexicas en aquella época.

La ciudad, y todo el estado, sorprende a quienes la visitan por su rica historia, sus construcciones coloniales, sus tradiciones y su cultura. Y es que la influencia española y mediterránea es indiscutible, ya que su puerto fue el principal contacto entre el país europeo y México por más de 4 siglos. Como si esto fuera poco, sus playas y el entorno natural atraen a turistas nacionales e internacionales durante todo el año.
Además de su historia, su cultura y sus paisajes, esta hermosa zona de México destaca por su gastronomía. Un dato que vale la pena destacar es que, si la comida mexicana es reconocida internacionalmente, dentro del país, la cocina veracruzana es una de las más populares, es más, en 2009 fue declarada Patrimonio Cultural del estado de Veracruz.
La impresionante tradición culinaria de esta región es el resultado de la fusión de ingredientes prehispánicos con los sabores traídos por los españoles desde su llegada. Hoy, las creaciones que han surgido de esta fusión nos ofrecen platillos con un sabor inigualable para deleitar el paladar de los más exigentes, donde uno de sus principales ingredientes son los productos del mar. Camarones, jaibas, ostiones, pulpos, caracoles y diferentes pescados, se usan para preparar caldos, sopas y guisos de increíble aroma y sabor. Y por supuesto, que no falte el chile.

Vamos a partir este recorrido culinario con el plato más importante y conocido de la zona, el pescado a la veracruzana. Actualmente esta receta se prepara en todo México y es especialmente popular en época de las fiestas de fin de año. Se dora el pescado en mantequilla, principalmente huachinango o bacalao, para luego bañarlo con una salsa a base de tomates, pimiento morrón, aceitunas y alcaparras y sazonada con diferentes especias. Se sirve con arroz blanco o con una ensalada mixta. Para acompañar este plato una excelente opción es Marques de Casa Concha Chardonnay, un vino complejo y elegante, con notas minerales y de avellanas tostadas que va muy bien con el pescado en mantequilla y su salsa.
Otra receta muy típica de la zona son las picadas que se puede considerar entrada o plato principal. Se trata de una tortilla de maíz más gruesa que la normal y con bordes que sobresalen alrededor, y sobre ella se coloca algún tipo de salsa picante, como roja o verde, carne, crema y queso. Para este exquisito plato bastante rápido de preparar le recomendamos Trio Merlot, un ensamblaje de esta variedad con Carmenere y Shiraz, de gran estructura y taninos suaves.

El Arroz a la tumbada es otro de los platos importantes de Veracruz que no podemos dejar de destacar. Se prepara con camarón, pulpo y jaiba entera, además de cebolla, ajo, chile chipotle, condimentos y arroz. Se cocina directo al fuego en su fuente de barro, la misma que se lleva a la mesa y cuando, aún caldoso, el arroz esté listo, se sirve rápidamente para evitar que se seque. Un plato de gran sabor y contundente que sin duda irá muy bien con Diablo, el nuevo integrante de la familia de Casillero del Diablo, un ensamblaje de uvas tintas nobles, sedoso y equilibrado.
Los ostiones a la diabla es una receta parecida a “la parmesana” de Chile, pero la versión mexicana, además de ir gratinado con queso sobre su concha, se marina con una mezcla de pimienta, salsa de chipotle, tocino y jugo sazonador. Un buen acompañante para los ostiones será Gran Serie Riberas Sauvignon Blanc, un vino blanco fresco e intenso, con notas cítricas a lima y pomelo.