Esta es la zona de Rivera Nayarit y Puerto Vallarta con sus increíbles playas. Una fracción de la costa mexicana que da al Océano Pacífico y sorprende a quienes la visitan por sus paisajes de ensueño, sus pueblos con encanto, su cultura y por supuesto, su gastronomía.
México realmente sorprende. No sólo enamoran sus aguas turquesas y arena blanca de la Rivera Maya, sino que también su costa del océano Pacífico tiene muchísimo que ofrecer. Una de las regiones más famosas es conocida como el “Paraíso del Pacífico” y contempla la Rivera Nayarit y las playas que colindan con Jalisco, Puerto Vallarta. Su costa con más de 300 kilómetros ofrece diferentes playas de mar verde con oleaje para surfear o aguas cristalinas, cálidas y calmas para relajarse. Pero eso no es todo, en la zona se encuentran hermosos poblados y la Sierra Madre Occidental, con un paisaje espectacular de montañas cubiertas con una gran variedad de vegetación y fauna.
En el “Paraíso del Pacífico” hay de todo para pasarlo bien. Aquí podrán encontrar desde complejos de lujo con extensas canchas de golf hasta hoteles familiares y hostales, y para disfrutar comiendo, una gran oferta de restaurantes con exquisitas preparaciones. Es que México sorprende también por la variedad de sus platos típicos. En cada estado puedes descubrir nuevas recetas que enriquecen la gastronomía del país. Aquí les presentaremos algunos de los principales platillos de esta zona y su maridaje con vinos Concha y Toro.
Comenzaremos nuestro recorrido gastronómico con unos tacos de marlín. Este pescado, similar al pez espada, tiene una carne roja y muy firme, y para los tacos se prepara ahumado, desmenuzado y guisado con cebolla, tomate y chile poblano. Se sirve dentro de una tortilla y se le puede agregar queso. Para este plato que puede servirse como entrada o picoteo, una excelente opción es Casillero del Diablo Devil’s Collection Brut. Un espumante fresco, elegante y acidez balanceada.
El pescado zarandeado es uno de los platos preferidos y de los más famosos en esta región. Para su preparación se utiliza el pescado “Pargo” fresco, el cual se marina con una salsa hecha principalmente con ajo, sal, pimienta, limón y chiles para después cocinarlo a la parrilla o sobre leña. Se presenta entero en el plato y se decora con rodajas de cebolla, tomate y pepino. Un vino blanco fresco, mineral, elegante, y con acidez balanceada como Trio Sauvignon Blanc marida perfectamente con este pescado. Este ensamblaje único es elaborado a partir de una sola cepa pero de dos diferentes valles, por lo que expresa la complejidad e intensidad aromática de cada zona (Casablanca y Rapel).

Los camarones son muy requeridos en la gastronomía mexicana, especialmente en las zonas costeras. Aquí les presentamos algunas de las preparaciones más típicas de la región. Una de ellas es la adaptación costera de un platillo presente en todo el país: el Tamal de camarones. El tamal está hecho de una masa de maíz rellena normalmente de carnes, vegetales, chiles o salsas, pero en las costas del Pacífico, su preparación típica lleva camarones cocidos en especias y chiles, envueltos en hojas de maíz y cocinados al vapor. Otra receta típica con este ingrediente y muy fácil de preparar son los camarones rellenos. Solo necesita camarones enteros grandes, rellenarlo con queso Gruyere y envolverlos con tocino para luego freír con aceite o mantequilla. Para estas preparaciones de camarones les recomendamos Marques de Casa Concha Chardonnay, un vino blanco complejo y elegante, con notas minerales y de avellanas tostadas.

También a base de camarón, pero que sin duda merece mención aparte es el Tlaxtihuille, uno de los platillos prehispánicos de la Riviera Nayarit. Tiene fama de ser muy difícil de preparar, por lo que se dice comúnmente que, si alguien sabe prepararlo, hay que felicitarlo. Se trata de un caldo espeso de camarón con atole de maíz y una mezcla particular de chiles y especias. El atole es una masa aguada de origen prehispánico muy tradicional de México y que se obtiene de la cocción del maíz. Para esta receta tan especial, les recomendamos un vino extraordinario: Diablo, de la familia de Casillero del Diablo. Un ensamblaje secreto de uvas tintas nobles con aromas a chocolate, especias, pimienta negra y vainilla. Un vino sedoso y equilibrado, que en boca presenta la intensidad de sus frutos, con dulzor y jugosidad, lo que lo hace ideal para acompañar una gran variedad de comidas.