Concha y Toro

Ania Smolec 19/07/2017

Pan de Azúcar: las delicias de un oasis en el desierto más árido del mundo

Los invito a un mágico viaje al norte de Chile, al Parque Nacional Pan de Azúcar.

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Nada más relajante que el sonido de las olas del mar y el canto de los pájaros, además de una rica comida compartida con los seres queridos. Los invito a un mágico viaje al norte de Chile, al Parque Nacional Pan de Azúcar.

El Parque Nacional Pan de Azúcar está situado a 45 km al norte de la ciudad de Chañaral. Esta joya de la naturaleza, en un terreno de solo 20 km de este a oeste, combina cuatro conjuntos ecológicos de características muy contrastantes: la costa está delineada por fantásticas playas de arena blanca; una serie de valles corre por el parque; las colinas de la costa, que se elevan a 800 m, permiten unas vistas espectaculares; y por el este se extiende el desierto más árido del mundo.

En altamar se encuentra la isla Pan de Azúcar, que es el hogar de los pingüinos de Humboldt y aves marinas. El parque está poblado por 103 especies de aves, así como también por guanacos, zorros y una colonia de lobos marinos.

La camanchaca, la típica neblina nortina que se posa sobre la costa, asegura que el parque cuente con una flora única que contrasta con su ubicación en el desierto. Después de la lluvia florecen los cactus en los barrancos. Este parque es uno de los mejores lugares de Chile para ver el desierto florido y especies extremadamente raras de cactus (27 especies, de las cuales 21 son endémicas).

En tiempos precolombinos estas tierras fueron habitadas por los changos, habitantes semi-nómades de la costa. Algunos de sus artefactos arqueológicos aún pueden encontrarse si tienen suerte, como cerámica y puntas de flecha.

Al parque se puede ingresar desde Caleta Pan de Azúcar, una pequeña localidad de pescadores. Allí pueden arrendar habitaciones y recoger toda la información posible de una oficina turística. También pueden alquilar cabañas, perfectamente alineadas en una playa desierta ubicada detrás de la caleta.

Parque Nacional Pan de Azúcar | CC Aaron Bornstein (Flickr)
Parque Nacional Pan de Azúcar | CC Aaron Bornstein (Flickr)

Es un lugar silvestre y que les permitirá un absoluto contacto con la naturaleza. En el pueblo pueden comprar pescado fresco y preparar un rápido ceviche. ¡Así de sencillo es el placer que nos brinda el mar! Naturalmente ustedes pueden encontrar preparaciones clásicas y otras muy modernas y sofisticadas en restaurantes en Santiago, pero hoy les quiero presentar recetas marinas con alma chilena, tal cual se comen en los hogares de los pueblos costeros. Les aseguro que encontrarán sabores gloriosos, que definitivamente merecen unos ricos maridajes con vinos.

Las forma más básica de comer los frutos del mar es pescarlos, limpiarlos y comerlos crudos inmediatamente. Por eso en pueblos como Caleta Pan de Azúcar pueden disfrutar de ricos ceviches, pero también de muchos mariscos crudos.

Unas de las especies más características de Chile son los erizos. Los expertos culinarios dicen que son los más sabrosos del mundo gracias a la presencia de la corriente fría de Humboldt. Tienen una maravillosa textura y un sabor marino, yodado, que nos deja sin palabras. Los probé con prácticamente todos los estilos de vino y mi respuesta para esos erizos es atrevida: acompáñenlos con Casillero del Diablo Pinot Noir.

locos

Pero muchos mariscos son delicados, finos, con un sabor de mar y sol. Para un mariscal (un mix de mariscos con un tipo de salsa verde compuesta de cebolla, cilantro y perejil), un ceviche de ostiones o un fresco cóctel de machas, les recomiendo el fresco y cítrico Casillero de Diablo Sauvignon Blanc.

Unos de los mariscos de textura más firme y carácter son los locos. La forma más popular de comerlos es hervirlos y simplemente servirlos con mayonesa. En este caso les recomiendo Casillero del Diablo Devil’s Collection White, con su exquisito bouquet de pomelo, durazno y flores.

Cocinar en olla es una de las maneras más primarias de modificar los ingredientes crudos. Qué puede reconfortar más nuestro estómago y corazón que un caldillo de congrio, servido con papas, cebolla pluma y verduras. Para este emblemático plato costero, les recomiendo descorchar Casillero del Diablo Chardonnay. Sus aromas cítricos, de damasco y galletas de mantequilla conformarán un maridaje divino.

empanadas fritasHemos hablado ya sobre las clásicas empanadas horneadas de pino, pero no se olviden de las fritas de mariscos. ¡Son una verdadera delicia! Como sabemos, la fritura y presencia de queso es una mezcla abundante, algo pesada, por eso para refrescar nuestro paladar y subrayar el sabor de los mariscos necesitamos un vino como Casillero del Diablo Sauvignon Blanc o Casillero del Diablo Devil’s Collection Brut. Este último vino es también un acompañamiento celestial para unos calamares fritos.

Ahora les quiero presentar una receta fácil y seductora, que representa la costa chilena, pero también el altiplano, pues los Andes nunca se alejan demasiado del Pacifico. Se trata del cancato, una original receta indígena que contiene pescado y chorizo. Para eso necesitamos un vino de cuerpo firme, pero al mismo tiempo con una rica acidez, como Casillero del Diablo Viognier. ¡Disfrútenlo!

Cancato

Ingredientes para 4 personas

  • 4 trozos de pescado, por ejemplo corvina
  • Sal y pimienta
  • 4 chorizos cortados en rodajas
  • 2 tomates grandes, cortados en láminas
  • 8 láminas de queso tipo Gouda
  • 2 dientes de ajo picados
  • Orégano al gusto
  • 4 cucharadas de mantequilla
  • Perejil, una rama entera
  • Media taza de vino blanco
Cancato de salmón. En Mar Chileno (p. 143), por Gloria Frugone, 2012, Chile: Aguilar.
Cancato de salmón. En Mar Chileno (p. 143), por Gloria Frugone, 2012, Chile: Aguilar.

Preparación

  1. Sazonar el pescado con sal y pimenta
  2. Cubrir cada trozo con una cucharada de mantequilla, un poco de ajo, rodajas de chorizo, una lámina de queso y rodajas de tomate. Espolvorear orégano seco encima.
  3. Asar en una parrilla por unos 12-15 minutos.
  4. Durante de tiempo de cocción humedecer una rama de perejil en vino blanco y rociar por encima del pescado.
  5. Servir inmediatamente con papas al horno o en su versión más liviana con hojas de lechuga con un toque de sal, jugo de limón y aceite de oliva.