He sido miembro del equipo enológico de Don Melchor desde 1995, y durante ese tiempo he tenido el privilegio de trabajar junto a Jacques y Eric Boissenot para elaborar este cabernet Sauvignon ícono, un vino capaz de expresar la identidad del terroir de Puente Alto.
Presentar tres décadas de este vino ofrece una oportunidad única de apreciar su extraordinario potencial de guarda a través de las diferentes cosechas, demostrando como su excelente calidad y complejidad solo se incrementan con el paso de los años.
Las catas verticales permiten experimentar la historia de un vino y su evolución en el tiempo. Es como observar a la misma persona en diferentes etapas de su vida –es una oportunidad única para apreciar la identidad de un vino de clase mundial como Don Melchor.