Hoy les quiero invitar a una de las ciudades australes más antiguas del mundo. Valdivia es la cuarta ciudad fundada en Chile y también la capital de la Región de Los Ríos. Con abundante patrimonio histórico y una bohemia atmósfera de arte y gastronomía, Valdivia les da la bienvenida.
Bajo el nombre Santa María la Blanca de Valdivia fue fundada en 1552 por el mismo conquistador Pedro de Valdivia. Los españoles reconocieron su perfecta posición estratégica para construir un pueblo con un sistema de fortificaciones. Valdivia se encuentra en el cruce de tres grandes ríos que desembocan en el mar. Por eso era llamada “la llave del mar del sur” por su formidable acceso al océano.
Desde el principio de su existencia la ciudad sufrió varios desastres naturales. En en 1575, a pocos años de su fundación se produjo un terremoto; en 1909 un gran incendio destruyó la ciudad; y en 1960 se produjo un verdadero cataclismo: un sismo de 9,6 grados en la escala de Richter, considerado el más intenso de los que se tenga registro.
La historia de la ciudad está llena de momentos fuertes, como combates o ataques de corsarios, pero su carácter multicultural moldeó su identidad única. Sus tradiciones están muy arraigadas, fundiendo las costumbres de sus pueblos nativos, migraciones del centro y sur del país, y las inmigraciones internacionales, especialmente la alemana a partir de la segunda mitad del siglo XIX.
Hoy Valdivia es una ciudad marcada por su interesante escena gastronómica, con muchos restaurantes, cantinas y bares que ofrecen a los turistas un particular sabor cosmopolita. Como la cultura de esta zona, su comida es una rica mezcla de sabores indígenas y extranjeros. Por eso no es extraño tener en un mismo plato piñones del bosque nativo junto con pepinillos y chucrut fermentados.
En el centro de la ciudad destaca el Mercado Municipal, que llama la atención tanto por su arquitectura como por su comercio, principalmente enfocado en la artesanía y gastronomía local. También son interesantes de visitar el paseo costanera y la Feria Fluvial de Valdivia. El Barrio Flotante es la principal estación de embarque para los taxis fluviales que recorren el río Calle-Calle, además de albergar una cafetería, un restaurant, una tienda de suvenires y terrazas.
Por su cercanía del mar, en Valdivia ustedes pueden probar varios mariscos y pescados. Los mariscos típicos de la zona son almejas, choros zapato, machas, navajuelas y huepos (unas machas grandes que son un relleno muy popular para empanadas). Para esta variedad de delicias marinas, que fácilmente pueden ser un aperitivo, les recomiendo un vino blanco rico, fresco y bien equilibrado como Casillero del Diablo Devil’s Collection White.
Solo unos 20 minutos hacia la costa hay un pequeño pueblo llamado Niebla, que cuenta con la feria costumbrista más larga de Chile. No por su tamaño, sino porque comienza en diciembre y termina a fines de marzo. El lugar está lleno de puestos con la mejor comida típica de la zona, como las mencionadas empanadas de huepo. En la costa también pueden probar un delicioso pastel de jaiba. Para esta preparación, con crema y queso gratinado, recomiendo Casillero del Diablo Chardonnay. Otra receta muy tradicional es el cancato de salmón: pescado relleno con láminas de longaniza, a veces con queso y/o tomate. Para este plato sugiero un vino que funciona perfecto para las recetas de mar y tierra: Casillero del Diablo Shiraz Rosé.
Valdivia cuenta con varios sitios naturales, museos y una arquitectura que no se puede omitir. Su clima lluvioso permitió que los inmigrantes alemanes se establecieran en la zona y desarrollaran un fuerte sentido de identidad, aportando la tecnología necesaria para la industria local. Se dedicaron a la agricultura, ganadería, charcutería y cervecería. Además trajeron recetas típicas de Alemania como su famosa pastelería y chocolates del más alto nivel. Su colonia contribuyó en transformar la ciudad de Valdivia en un próspero polo comercial y cultural.
En los restaurantes de la ciudad recomendamos probar chuletas de cerdo ahumadas kassler con Casillero del Diablo Pinot Noir; chivo asado con Casillero del Diablo Malbec; un rico cordero asado con Casillero del Diablo Shiraz o un guiso de carne de jabalí con Casillero del Diablo Cabernet Sauvignon. Una de las recetas más emblemáticas de la ciudad es el valdiviano (también conocido como valdiviana o caldo valdiviano). Este plato es una sopa en base de carne charqui o restantes de asado, con papas salteadas y cebolla, aliñado con especias típicas chilenas, como orégano, comino y merquén, y servido con un huevo pochado o frito. En Chile este caldo es siempre recomendado para recuperarse después de una larga y brindada fiesta.
Pero una de las recetas más típicas de Valdivia sin duda es el crudo. Si lo van preparar en su casa tienen que comprar carne fresca y de una tienda de confianza. Es una receta muy simple, pero para lograr la excelencia se tiene que preparar a la perfección y con los mejores ingredientes. Un crudo valdiviano va a las mil maravillas con un tinto ligero como Frontera Specialities País.
Hoy les quiero presentar mi versión del crudo. Esta receta mezcla algunas características de la clásica preparación valdiviana con algunos detalles característicos del tártaro europeo. Recuerden que las tradiciones de comer carne de vacuno cruda y picada (a cuchillo, ojalá) tienen sus raíces en Francia y Alemania. Pero en Valdivia, claro está, todo tiene un sabor especial.
Crudo
Ingredientes 4 personas
- 400 gramos de carne de vacuno (filete)
- Sal y pimienta recién molida
- 1 cebolla picada muy fina
- Media taza de perejil picado
- 4 huevos
- 4 pepinillos en vinagre picados
- 4 tostadas
- Aceite de oliva para servir
- 4 limones cortados en mitades
Preparación
- Cortar la carne con un cuchillo para obtener la textura de carne molida.
- En el plato poner una tostada y encima una porción de carne, formando un nido.
- En el centro del nido poner cebolla, perejil y un huevo crudo.
- Servir inmediatamente. Cada persona lo sazona a su gusto con sal, pimienta, limón y eventualmente con una gota de aceite de oliva, mezclando todos los ingredientes.