En general, los distintos lugares y microclimas que ofrece Chile para el cultivo de la vid, son más diversos y pequeños de los que comúnmente uno menciona. Por ejemplo, decir área de Cauquenes (en el Valle del Maule) es muy general, pues este terroir cuenta con suelos y climas muy específicos dependiendo del sector de Cauquenes del que estemos hablando.
Por su amplitud y rica diversidad, es difícil relacionar el valle del Maule a un cierto tipo de clima y suelo en particular. No obstante, hay características que le son comunes, como importantes contenidos de arcilla y granito en sus suelos, principalmente hacia la costa, y una Cordillera de la Costa más bien baja, que permite la entrada de las frescos brisas del océano al valle. Es decir, en este valle no solo están presentes los vientos cordilleranos, sino también el frescor de la costa como elemento clave en sus viñedos.

El Cabernet Sauvignon se da muy bien en las zonas de Maipo Alto, Marchigüe y Cauquenes, adquiriendo características propias en cada uno de estos orígenes. Los suelos ideales para el cultivo del Cabernet van desde aquellos con arcillas (Marchigüe y Cauquenes), a los más livianos (Maipo).
En el caso del Sauvignon Blanc, adecuada para su desarrollo es la zona costera de la Sexta Región, así como áreas precordilleranas. Y, para el Chardonnay, las zonas costeras son igualmente recomendables, pero con algo más de moderación en sus temperaturas.