Concha y Toro

Ania Smolec 15/02/2015

Vino y cocina francesa

Sus platos se caracterizan por su elegancia y diversidad, y es ahí donde el vino se convierte en un compañero indispensable.

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La cocina francesa es conocida como «la mejor, en el mundo” «el centro gastronómico mundial” o «la cuna de las artes culinarias». Desde tiempos ancestrales sus excelentes chefs, frescos ingredientes y recetas increíbles han logrado fama internacional. Sus platos se caracterizan por su elegancia y diversidad, y es ahí donde el vino se convierte en un compañero indispensable.

Al pensar en la cocina francesa, nos imaginamos platos o ingredientes rebuscados como ranas, caracoles o castañas. Sin embargo, la comida francesa no es tan homogénea como para estandarizarla tan fácilmente. Las diferencias entre las distintas regiones de Francia y su abundancia de productos de terroir contribuyeron a la creación de dos tendencias culinarias: una de ellas es la haute cuisine o “alta” cocina, que se caracteriza por platos tradicionales, caros y exquisitos. La otra es la nouvelle cuisine o «nueva  cocina”, más ligera, saludable y con platos cocinados, generalmente, en menor tiempo.

Algunas recetas como el famoso boeuf bourguignon se preparan literalmente con muy pocos productos. Pero, ¿qué hace una carne con mantequilla, cebolla, ajo, hoja de laurel, sal, pimienta, vino y zanahorias realmente un plato francés? ¿Qué lo diferencia de otras recetas del mundo en base a carne de res?

Diría que ese principio básico y que distingue a la cocina de Francia es el uso de productos frescos y de alta calidad. Luego viene la creación del plato, las recetas y las habilidades de chef. Desde el comienzo de su formación, los chefs franceses aprenden las cinco «salsas básicas» de la alta cocina, así como sus muchas derivaciones. Luego vienen las habilidades con el cuchillo: cómo sostenerlo y cortar las verduras en mirepoix, brunoise, julienne y bâtonet.

boeuf bourguignon

También tienen que conocer las biografías de los chefs franceses Antonin Carême y Auguste Escoffier y estudiar en profundidad el Larousse Gastronomique, la biblia de principios del siglo XX de la cocina francesa. Los chefs franceses deben llegar a su cocina cada día con su chaqueta blanca y toque de paño sobre su cabeza. Sí, el famoso savoir vivre comienza con el uniforme del cocinero, pasando por la rigurosa etiqueta en la mesa y el servicio, y termina con la estructura de las comidas. Todo eso contribuye a crear  el   fenómeno de  la cocina francesa.

Y, por supuesto, ¡no nos olvidemos de la importancia del vino! Es imposible imaginar siquiera una  comida francesa sin la presencia de un buen vino. Los chefs saben de vinos y los sommeliers de cocina. Si se decide por  la carne al estilo de Borgoña, no se desespere. Su elección perfecta es un Cabernet Sauvignon, con taninos redondos y suaves, con notas de frutas rojas y un toque de grosellas negras. Por ejemplo, un Marques de Casa Concha Cabernet Sauvignon de  Maipo Alto es una excelente opción.

Algunos de los platos tienen maridajes  tradicionales, como la famosa sopa de cebolla, que se suele servir después de una noche de ópera o función de teatro. La sopa debe estar muy caliente y el compañero ideal es un vino blanco. El mejor argumento de este juego es que el cuerpo liviano del vino  debe corresponder con la sopa Y si consideramos el queso, que es parte integral de la sopa, nada queda mejor que un vino blanco. Este plato servido con Marques de Casa Concha Chardonnay conquistará sus sentidos.

Sin embargo, a pesar de esta división entre cocina francesa más compleja y otra menos compleja, de la cocina francesa se ​​deriva una gran cantidad de alimentos que son conocidos y amados en diferentes partes del mundo de manera transversal , y mucho de ellos son también relativamente fáciles de preparar. Estos incluyen tortillas, sopas o ensaladas.

Y finalmente llegó el momento de proponerle alguna receta inspirada en la cocina francesa. Además de la carne, la cocina francesa se caracteriza por la riqueza y frescura de sus verduras. A menudo, son el plato principal. Un ejemplo podría ser un guiso vegetariano tipo ratatouille. Pero si usted está a de ánimo para dejarse llevar por la magia de la cocina francesa, partamos con la gloriosa sopa de cebolla. ¡Qué mejor opción!

Sopa de Cebolla

Ingredientes para 4 personas

  • 2 cebollas medianas
  • 2 hojas de laurel
  • ½ cucharada de sal
  • 1/2 barra (1/4 de taza) de mantequilla sin sal
  • 2 cucharadas de harina
  • 3/4 taza de vino blanco seco
  • 4 tazas de caldo
  • 1 1/2 tazas de agua
  • 1/2 cucharada de pimienta negra
  • 4 pedazos de baguette
  • 1 trozo de queso tipo francés Comte
Sopa de cebolla

Preparación

  1. Derretir la mantequilla con el aceite en un sartén grande de base pesada. Añadir la cebolla y freír con la tapa puesta durante 10 minutos hasta que estén blandas. Espolvorear con el azúcar y cocinar por 20 minutos más, revolviendo con frecuencia, hasta que esté caramelizada. Las cebollas deben estar realmente doradas, llenas de sabor y suaves cuando se pellizcan con los dedos. Tenga cuidado con el fondo de la sartén. Asegúrese de que no se quemen.
  2. Revuelva con frecuencia, hasta que las cebollas estén muy suaves y bien doradas, unos 45 minutos.
  3. Agregue la harina y cocine, revolviendo, cada 1 minuto. Añada el vino y cocine 2 minutos. Agregue el caldo, el agua y la pimienta y cocine a fuego lento, sin tapar, mezclando con una cuchara de vez en cuando durante 30 minutos.
  4. Servir cada porción de sopa con un trozo de pan tostado y una rebanada de queso. Poner en la parrilla del horno durante 10 minutos a 180 grados C, o hasta que el queso burbujee y se dore ligeramente. Sirva inmediatamente.