No importa en qué época del año nos encontremos, siempre es reconfortante disfrutar de una rica sopa. Sus diversos ingredientes que van desde verduras hasta mariscos o carnes, entregan sabores y texturas únicas, permitiendo un sinfín de preparaciones. Ante todas estas posibilidades, el vino asoma como un perfecto acompañante.
A continuación revisaremos algunas sopas junto a las recomendaciones que la sommelier Kerstin Strandberg nos entrega para acompañarlas.
Sopa de cebolla
Sin duda este plato es un clásico de la cocina francesa. Un sabroso caldo de carne o vegetales donde la cebolla cortada en juliana y caramelizada es su protagonista. Para coronar estos sabores, se dispone sobre la sopa un trozo de pan baguette con queso gruyere, emmental o parmesano rallado y se lleva unos minutos al horno hasta que se gratine. El maridaje perfecto para la sopa de cebolla es Marques de Casa Concha Chardonnay, el cual consigue acentuar la cremosidad de este plato.
Crema de tomate
Esta sencilla preparación se puede hacer utilizando tomates maduros, deshidratados o triturados. La mezcla de éstos, aporta un sabor único que combina de buena forma con el apio, cebolla, cilantro, crema y el caldo de verduras, para obtener una preparación de textura perfecta. También se puede obtener una versión más veraniega al agregar albahaca. Casillero del Diablo Merlot es un buen acompañante para esta preparación por su frescura, intensidad media y por el grado de acidez presente en el tomate y el vino.
Gazpacho
También elaborado principalmente a base de tomates, el gazpacho es una sopa fría que se disfruta principalmente en verano. Otros ingredientes que contiene son aceite de oliva, vinagre y hortalizas como pepino, pimiento, cebolla y ajo, las cuales lo convierten en un plato fresco, sabroso y que habitualmente se sirve como entrada. Para disfrutarlo y realzar sus sabores, Casillero del Diablo Shiraz Rosé es una buena alternativa. “Las notas dulces en este vino maridan perfectamente con el gazpacho, especialmente con la presencia de pimientos rojos; es un vino que se sirve frío y acompaña muy bien platos livianos como este”, explica la sommelier.
Clam Chowder
Típica de Estados Unidos, es una crema a base de un caldo espeso y almejas. Existen distintas versiones de Clam Chowder, adoptando diferentes ingredientes donde destacan las papas, cebollas, apio y en algunos casos tocino. Para acompañar este plato, la sommelier recomienda el vino Terrunyo es su versión Riesling, el cual armoniza con mariscos por su mineralidad, frescor y delicadeza.