Las pieles gruesas de varias cepas tintas garantizan un vino con taninos bien estructurados. Los vinos de climas cálidos generalmente tienen mucho más peso que los vinos de climas fríos. Sus niveles de azúcares se traducen en un mayor contenido de alcohol. Todo esto permite un mayor potencial de guarda. Los tintos son profundos y potentes, con especias y notas de fruta negra, como cereza y ciruela. La madurez de las uvas también suele otorgarle notas de fruta seca al vino.
Las cepas
Para las regiones con climas más calurosos se eligen cepas con la piel más gruesa y con mayor nivel de acumulación de azúcar. Por lo general, son cepas tintas como Cabernet Sauvignon, Malbec o Carmenere. Estas uvas están estructuradas para protegerse de la sequía y el calor del sol, desarrollando cuerpos más firmes y voluptuosos.
Ejemplo del clima cálido
En las regiones de clima cálido, las temperaturas anuales son más altas, el sol es más fuerte y suele estar el cielo azul todo el día. En Chile, la Cordillera de la Costa y los Andes forman fronteras naturales que marcan una zona vitícola llamada “Entre Cordilleras”.
Aunque su clima es mediterráneo, tiene características de clima cálido (con estación de verano prolongada, calurosa y seca, pero sin temperaturas extremas, con días cálidos y noches templadas). Desde el Valle Colchagua, por ejemplo, provienen vinos tintos de cepas Carmenere, Malbec, Merlot y Cabernet Sauvignon.
Una gran frontera natural para las masas de aire es la cordillera de los Andes. El aire caliente del continente cubre los viñedos ubicados a sus pies (como en el Valle del Maipo). La influencia de la cordillera en el clima se manifiesta con un efecto de calentamiento en invierno y primavera, y de enfriamiento en los meses de verano. Las alzas de temperatura son producidas por el movimiento del aire cálido y seco que circula desde el interior de la cordillera hacia el valle.
La cepa emblemática de esta región es Cabernet Sauvignon. Pero, curiosamente, Maipo posee un clima más bien templado. Su enfriamiento es provocado por la radiación fría que se origina en las laderas al caer la noche.