En el caso de los vinos asoleados, los racimos de País se cortan bien entrado el otoño y después se dejan al sol en esteras de paja o simplemente se cuelgan de las parras, como aún sucede en algunas zonas de secano del sur de Chile.

Este proceso de secado produce una concentración de aromas formidable. En el norte de Chile, también se elabora un vino dulce llamado pajarete. Este vino tiene una larga historia en Chile y nace de cepas aromáticas de la familia Moscatel.

Este estilo de vinos, donde la uva es secada al sol, tiene sus raíces en Italia, como el muy toscano Vin Santo de cepas Trebbiano y Malvasía. Los vinos pasitos o asoleados son un delicioso aperitivo, pero igual acompañan muy bien los postres, desde los elaborados a partir de fruta fresca, como carpaccio de piña, hasta otros con sabores más profundes como el popular Pan de Pascua.

El mayor especialista de vinos dulces de cepas tintas es Italia. Por ejemplo, Schavia es el nombre de una variedad y de un famoso vino de Alto Adige. En el Nuevo Mundo, también se pueden encontrar vinos dulces de cosecha tardía de cepas como Zinfandel, Mourvèdre, Malbec y Petit Syrah.

En esta categoría también debemos mencionar el Ice Wine o Eiswein. El verdadero vino de hielo es extremadamente raro y caro por dos razones: se produce solamente en años especiales, cuando un viñedo se congela, y en segundo término porque su elaboración es más compleja. Los granos de uva son presionados para su fermentación cuando todavía están congelados, generalmente en medio de la noche.

Estos vinos se producen comúnmente en regiones frías de Canadá, Alemania y Suiza. La mayoría se hace a partir de uvas Riesling o Vidal. Debido a su intensidad de sabores y textura cremosa, ustedes pueden encontrarlos parecidos a los vinos de pudrición noble, pero no alcanzan los niveles de complejidad que nos regala la botrytis.