Aunque estos vinos provienen de cepas tintas, tienen un proceso de producción diferente para mantener los sabores primarios de sus frutas, pero sobre todo una frescura muy parecida a los blancos. Queremos introducirlos al mundo del vino rosado y presentarles entretenidos maridajes con distintas comidas.
Durante décadas los vinos rosados fueron mirados con cierto desdén por los críticos, pero hoy disfrutan un merecido reconocimiento y popularidad. Nos han terminado por conquistar por su cuerpo ligero, frescura y versatilidad para acompañar recetas de todo el mundo. Cuando los bebemos sentimos una explosión de grosellas, frambuesas, frutillas, moras, especias y flores.
Usted puede encontrar en el mundo distintos estilos de vinos rosados y elaborados con una gran variedad de cepas tintas. Nuestro enólogo Marcelo Papa eligió la cepa Shiraz (también conocida como Syrah) para elaborar un Rosé de atributos muy especiales. Esta variedad proviene del Valle del Ródano y se caracteriza por un fino bouquet basado en notas de flores silvestres, especias y frutas rojas. Es un vino de un color rojo profundo, aromas intensos y boca bien estructurada.
Sin embargo, cuando el Shiraz se vinifica como rosado, todo ese poder se transforma en delicadeza. El secreto está en la maceración. A diferencia de los vinos tintos tradicionales, el contacto del jugo con la piel de las uvas, donde se encuentran los compuestos colorantes llamados antocianinas, es muy delicado y breve. El tiempo que dure la maceración definirá el color y la intensidad del vino, desde un rosa pálido, casi como piel de cebolla, hasta tonos más profundos como el magenta.
¡Un vino con aroma a verano!
Casillero del Diablo Rosé refleja la personalidad de la cepa Shiraz, su estructura y aromas, pero al mismo tiempo es un vino con una marcada frescura y elegancia, parecidas a un vino blanco. Es una opción perfecta como aperitivo, para refrescarnos en una terraza durante el verano, pero también un vino que nos ofrece un mundo de posibilidades cuando nos sentamos a la mesa. Su gran versatilidad permite que podamos servirlo con ensaladas, sopas, pastas, pescados, carnes, platos vegetarianos y, por supuesto, postres.
Usted puede realizar muchos maridajes exitosos con Casillero del Diablo Rosé . Imagínese que tiene que organizar una fiesta para sus amigos y familia. El menú será abundante y variado para que cada persona pueda encontrar algo que le guste. ¡Y el desafío es servir un vino: ¡Casillero del Diablo Rosé! Les garantizo que la experiencia no sólo es posible, sino además agradable, sabrosa, entretenida e incluso educativa.
Como es la tradición mediterránea, comencemos con aperitivos y algunos bocadillos. Casillero del Diablo Rosé maridará perfecto con quesos suaves como Brie o Camembert, una selección de jamones, salmón ahumado o un rico tártaro de atún. Pensando en los invitados que prefieren las verduras, puede acompañarlo de tomates rellenos con queso crema y hierbas frescas, hummus o simplemente crostinis con tomate y albahaca. Sin embargo, uno de los platos más favorables para el vino rosé e ideal para el verano es sin duda el gazpacho.
Una vez que bocadillos ya despertaron los sentidos, viene el tiempo para otros platos. Casillero del Diablo Rosé es un vino que combina muy bien con la comida picante y con más cuerpo, como prietas o carne de cerdo a la parilla. Pero también se adapta a los platos e ingredientes más suaves, como pasta con una salsa en base a tomates y hierbas o raviolis con zapallo. ¡Y no nos olvidemos del postre! El vino rosé elaborado de Shiraz se equilibra perfectamente con frutos tipo frambuesa y mora. Pruebe con alguna tarta con crema pastelera y mix de frutas rojas o un cheesecake al estilo de Nueva York con moras.
Pero hoy quiero dejarles una receta para los amantes de la comida vegetariana. Les recomiendo unas ricas croquetas de puré de habas y mijo. Esta receta es fresca, sabrosa, liviana y muy fácil de preparar. En menos de media hora estará listo su plato y todos, no sólo los vegetarianos, van a disfrutar de este original maridaje.
Croquetas de puré de habas y mijo
Ingredientes para 4 personas
400 habas cocinadas y molidas
- 1 taza de mijo cocido (se puede reemplazar por quínoa)
- 1 diente de ajo picado fino
- 1 cebolla picada fino
- 1 rama de perejil fresco picado
- 1 huevo
- 1 cucharada de hierbas, mezcla de orégano, comino, ají amarillo
- Sal y pimienta
- Pan rallado
- Aceite
Preparación
- Las habas se cocinan hasta que estén blandas. Sacar las cáscaras y moler las habas. En una plancha freír las cebollas y ajo con una cucharada de aceite, hasta que estén blandas y traslúcidas.
- El mijo se cocina de la misma manera que la quínoa. Una vez que los granos absorban toda el agua, sacar del fuego y guardar.
- A continuación, mezclar en una fuente: puré de habas, mijo, cebolla y ajo frito. Añadir perejil, hierbas y huevo.
- Sazonar con sal y pimienta a gusto y nuevamente mezclar para obtener una masa homogénea.
- Crear pequeñas croquetas. Sacudir en pan rallado y freír en el aceite caliente.
- Ya listas croquetas, cuando adquieran un color dorado, depositar en una hoja de toalla de papel para que el aceite se absorba.
- Servir con su salsa favorita o simplemente con una ensalada fresca y, naturalmente, con una copa de Casillero del Diablo Rosé.