Se acerca la cena más especial del año y con ella la oportunidad de desempolvar recetarios familiares para volver a disfrutar los platos que preparaba la abuela. Sabores de infancia que traen recuerdos y brindis para recordar.
Entre la Navidad, el Año Nuevo, todas las celebraciones de final de año y el amigo secreto, a veces queda poco espacio para la creatividad. Y no tiene nada de malo. Este tipo de ocasiones invita a revisitar el recetario familiar: un imprescindible en estas fechas. Volver a las tradiciones, a esos sabores que nos teletransportan a la infancia, es parte de la magia que rodea a la Navidad.
Independiente del menú, la cena navideña se trata de compartir junto a la familia y seres queridos, con el objetivo de encarnar el espíritu de paz, amor, armonía y prosperidad que traen estas fechas. Probablemente, por esta razón los menús se basan en preparaciones que consisten en una única y muy apreciada pieza que luego se reparte entre todos los comensales, invocando el espíritu del compartir. Piezas únicas, generalmente de carnes de pavo, pollo o carnes rojas, preparadas en cocciones largas, un tanto elaboradas, que por la misma razón se guardan para ocasiones especiales.
Estas son algunas preparaciones al horno que suelen repetirse alrededor del mundo, con ciertos twist por cierto, y sus respectivos maridajes.
Pierna de Cordero con costra de hierbas
Gracias a que esta pieza lleva hueso, el resultado es una carne jugosa y sumamente sabrosa. La idea es maridarla toda la noche o al menos ocho horas, cubriéndola de una pasta de hierbas (procesando orégano, romero, perejil, ajo, sal, pimienta y aceite de oliva). Se lleva al horno por alrededor de una hora y media, pero 45 minutos antes se agregan papitas y puerros que se cocinan en los jugos del cordero. Esta deliciosa preparación si o si hay que disfrutarla junto con un vino tinto como Casillero del Diablo Cabernet Sauvignon.
Solomillo de Cerdo
Quienes gustan del cerdo, aprecian este corte por su jugosidad y ternura. El solomillo de cerdo es una pieza noble que destaca por su menudo tamaño, que puede ganar en volumen y sabor si se rellena de frutos secos como pasas o damascos que aportan dulzor. O bien siguiendo la receta Wellington, cubriéndolo de jamón serrano, champiñones y masa de hojaldre. Ambas preparaciones van al horno y maridan muy bien con un vino como Amelia Pinot Noir.
Jamón glaseado
Una gran pieza de jamón caramelizado con sirope de maple o miel, también especiado con clavo de olor, anís o canela, es una clásica preparación al horno en países como Inglaterra e Irlanda para Navidad. Son las típicas especias navideñas que se incorporan en preparaciones saladas para hacer de la ocasión una más acogedora y cálida, pues el clima en estas tierras es frío en esta fecha. Para este tipo de preparación, un vino tinto muy frutoso como Marques de Casa Concha Syrah funciona muy bien con carnes especiadas.
Pavo asado con puré de manzanas
Infaltable es el pavo por estas fechas, ya sea entero o solo la pechuga, su carne magra y un tanto insípida llama utilizar bastantes ingredientes para añadirle sabor. La manzana es muy común para crear una mezcla agridulce que funciona muy bien y suele repetirse cada Navidad. Por lo agridulce y la acidez de la manzana, este plato se complementa muy bien con vinos blancos como Amelia Chardonnay o Marques de Casa Concha Chardonnay.
Filete Mignon
Muy elegante y tradicional para servir en estas fechas es el Filete, uno de los cortes de vacuno más magros y tiernos. Idealmente servido a punto para que se conserve jugoso, aunque es cosa de gustos, puede llevar una lámina de tocino, salsa de champiñones o alguna reducción de vino. Como sea, este sabroso corte de carne marida deliciosamente con Marques de Casa Concha Heritage, una mezcla bordelesa especial para estas fechas.