El pasado 13 de marzo fue el Día Internacional del Riesling, una cepa muy particular y no conocida por muchos. En esta nota te contamos con más detalles todo lo que debes conocer para descubrir esta maravillosa uva blanca.
En el mundo del vino existe una variedad que deslumbra y cautiva tanto a principiantes como expertos por igual, un tesoro de la enología que es mucho más que una simple uva blanca.
El Riesling proviene de las majestuosas laderas de los valles del río Rin y el Mosela, al oeste de Alemania, donde se ha cultivado durante años. Sin embargo, su influencia se ha propagado más allá de su lugar de origen, abarcando otros países como Francia, Austria, Australia, entre otros.
Esta cepa en particular se caracteriza por expresar su terroir de manera inigualable. Desde sus exquisitos aromas florales como el jazmín y las rosas, hasta los toques cítricos de pomelo, cáscara de limón y jengibre, pasando por los sabores frutales del durazno, pera y manzana verde y roja aportando un sutil toque de miel. Sin duda que cada sorbo despertará tus sentidos.
Una cualidad de esta variedad es que es muy versátil, gracias a su acidez refrescante y su rica mineralidad, es un vino perfecto para maridar con platos de mariscos, comida asiática y quesos cremosos.
El Riesling es mucho más que un tipo de uva; es una experiencia vinícola que te invita a explorar tus sentidos en una sola copa. Si eres amante del vino, particularmente de los blancos, te invitamos a degustar esta cepa, que seguro que cautivará tu paladar.
¡Brindemos por el Riesling y todas las experiencias que nos regala con cada sorbo!