El Centro de Investigación e Innovación de Viña Concha y Toro ha logrado la producción de plantas más preparadas ante el cambio climático y fomentado sistemas de riego de agua inteligente.
Han pasado ocho años desde la apertura del Centro de Investigación e Innovación (CII) de Viña Concha y Toro. Se trata de un moderno edificio modular de alrededor 1.500 m2, construido en pleno Valle del Maule, que nació como respuesta a los cambios y desafíos que la industria vitícola enfrenta constantemente. Esta iniciativa, también pionera dentro del rubro, tiene como objetivo hacer investigaciones aplicadas y desarrollar nuevas tecnologías o herramientas que puedan ser puestas al servicio de la industria del vino en Chile y el mundo.
Gracias a su moderna infraestructura, que incluye un Laboratorio Agrícola y Enológico, otro Laboratorio Molecular, una Bodega Experimental y un Centro de Extensión, sin dejar de lado el equipo humano y multidisciplinario que lleva a cabo las investigaciones, felizmente sus resultados han sido múltiples y alentadores.
Plantas 2.0
Una de los logros más importantes que el CII ha dado a conocer últimamente, tiene relación con su enfoque en la adaptabilidad de la industria y sus viñedos al cambio climático. Con este objetivo es que lograron crear las llamadas “Plantas 2.0”: una vid libre de 13 virus y 5 hongos de la madera. Sin modificación genética, en 2022 este proyecto logró la primera plantación de un viñedo de este tipo en El Fundo El Triángulo (en el Valle de Casablanca), el cual está más preparado ante el cambio climático gracias a sus plantas más resistentes y libres de enfermedades complejas. Este hecho marca un nuevo estándar de calidad dentro de las plantas del vivero de la Gerencia Agrícola de Viña Concha y Toro, gracias al trabajo que este proyecto comenzó en 2016 utilizando la analítica más sensible del mundo: el qPCR.
Ahorro de agua para riego
Otro exitoso avance que ha logrado el CII es el riego de precisión para el ahorro de agua, que la compañía ha aplicado en 900 hectáreas de viñedos en Chile. Gracias a un proyecto de eficiencia hídrica cuyo plan consistió en implementar un sistema de riego inteligente que permite calcular la demanda de agua especifica para cada viñedo (es decir, cuándo y cuánto regar), es que se ha logrado un ahorro de un promedio del 18%.
Pero como explicábamos anteriormente, el traspaso del conocimiento a la comunidad también forma parte del rol del CII. Por esta razón, en 2022 se publicaron artículos en revistas científicas internacionales, se firmaron cinco convenios de colaboración con universidades y cuatro con empresas tecnológicas. Además, permanentemente recibe estudiantes de magíster y doctorados que estén realizando su tesis.