Tras una lluviosa época invernal, una primavera fresca y agradables días cálidos de verano, esta resultó ser una excelente vendimia 2024, con rendimientos en línea con lo esperado, una calidad de uva sobresaliente, y vinos que expresarán las bondades de cada uno de sus lugares de origen.
“La vendimia 2024 ha sido un rotundo éxito, superando todas nuestras expectativas y consolidando nuestro compromiso con la calidad y la excelencia. En esta cosecha, hemos logrado cumplir con los estándares de calidad comprometidos y para todas las variedades de uvas. Gracias a un meticuloso manejo de los viñedos y a condiciones climáticas favorables, hemos obtenido uvas de excepcional calidad”, son las palabras de Max Larraín, gerente agrícola de Concha y Toro, y que resumen lo que fue una gran vendimia 2024.
Y es que la temporada 2023-2024 fue una muy particular. Inició con un invierno lluvioso, siendo uno de los más lluviosos de los últimos 30 años, lo que permitió que los suelos quedarán limpios de sales, con mucha agua disponible y preparados para partir la temporada. A su vez, las precipitaciones estuvieron concentradas en los meses de invierno -escenario ideal para el cultivo de la vid-, registrándose más de 600 milímetros de agua caída en la zona central.
Marcelo Papa, director técnico de Concha y Toro y enólogo jefe de los vinos Amelia y Marques de Casa Concha Heritage, explica que dado que estuvimos bajo la influencia de El Niño, en términos generales la primavera fue fresca, con mayor nubosidad y, por lo tanto, temperaturas más bajas, y mayor humedad en los suelos producto del invierno, provocando esto un retraso en el desarrollo de la vid. “Terminamos la pinta dos semanas más tarde a un año normal, sin embargo, una vez terminada esta etapa, las temperaturas durante la madurez fueron muy favorables, recuperando así una semana, llegando a vendimia con solo una semana de retraso”, comenta.
No obstante, la temporada 2023-2024 fue considerablemente distinta para los viñedos del norte. Mientras que para la zona central este fue un ciclo de gran frescor, notablemente más lluvioso y de rendimientos acordes a los esperados –o incluso superiores-, para el valle del Limarí esta fue una temporada más cálida, de escasas precipitaciones invernales y rendimientos más bajos de lo usual. Esto llevó a adelantar la fecha de cosecha en cerca de diez días, mientras que, en el centro y sur de Chile, la vendimia se debió retrasar en igual medida.
“Estamos muy contentos con la calidad de la cosecha 2024, con el que fue un año fresco, de abundantes precipitaciones invernales, y dando como resultado vinos de atractivo color, rica expresión frutal, gran balance, un nivel de alcohol más bajo que años anteriores y equilibrada acidez natural. Esta vendimia resultará en vinos de una elegancia y calidad de taninos comparable solo con aquellas mejores cosechas de la historia”, concluye Marcelo Papa.