¿Qué significa que un vino sea floral, herbáceo, verde o mineral? Estos son sólo algunos de los cientos de términos que existen y se utilizan para comunicar cómo sabe, huele o se siente un vino en la boca. No importa si eres experto o principiante, saber el lenguaje de los descriptores del vino sin duda te ayudará a entenderlos mejor.

Crujiente

Los vinos crujientes son aquellos que cuentan con una muy buena y placentera acidez. Esta característica los transforma en vinos refrescantes, vibrantes y que hacen salivar bastante. Generalmente ocurre con vinos espumosos o variedades blancas como el sauvignon blanc. ¿Ya probaste Terrunyo Sauvignon Blanc? Es salino, mineral y de acidez crujiente. 

Especiado

Cuando decimos que un vino es especiado, queremos decir que su aroma y sabor recuerdan a especias como la pimienta, el clavo de olor, la canela, el anís o la nuez moscada. Si bien estos aromas pueden ser obtenidos a través de la madera, hay ciertas variedades que naturalmente tienen un carácter especiado como el syrah, petit syrah, grenache, zinfandel, malbec y carmenère. Para comprobarlo no dejes de probar el Carmenère Carmín de Peumo, proveniente del mejor terroir para esta variedad en Chile. 

Floral

Las notas florales, en tanto, son descriptores que se utilizan específicamente para los aromas. Hay variedades blancas y tintas que las poseen, generalmente asociadas a flores como las violetas, peonias, acacias, jazmines, rosas y madreselva. 

Las flores blancas y amarillas, por su parte, suelen aparecer en variedades blancas como el Moscatel, Gewürztraminer o precisamente en Amelia Chardonnay. En las variedades tintas, por otro lado, es más probable encontrar aromas a flores rojas. Esto es lo que ocurre en Gravas Syrah o en Terrunyo Malbec. No podemos dejar de mencionar que estos aromas suelen anunciar cierta complejidad en el vino.

Herbáceo

Hay que diferenciar el término “herbáceo” de la palabra “verde»: La primera es una cualidad positiva y la segunda suele determinar un defecto (luego te explicamos por qué). 

Decimos que un vino es herbáceo cuando entrega aromas y sabores similares a hierbas como la menta, vegetales como el espárrago, a pasto recién cortado u hojas de tomate. Estos aromas son generados por un componente en uvas blancas y tintas, llamado pirazina.

Es fácil distinguir estas notas en cepas blancas como Terrunyo Sauvignon Blanc o en tintos como Terrunyo Cabernet Sauvignon. El carácter herbáceo es agradable en su justa medida, de lo contrario puede ser calificado como defectuoso.

Verde

Cuando el aroma herbáceo es muy invasivo, generalmente asociado al aroma de un pimiento verde o rojo, puede considerarse un vino inmaduro. Esto quiere decir que sus uvas fueron cosechadas antes de la maduración óptima, obteniendo un nivel de concentración de pirazinas muy alto. Esto provoca que el vino se sienta con bastante acidez y poca fruta en el paladar. A estos vinos se les suele llamar “verdes». Sin embargo, hay variedades que tienen naturalmente este carácter herbáceo más potente, como es el caso del Carmenère. Finalmente, se trata de gustos. 

Mineral

Cuando alguien dice que un vino es mineral, no quiere decir que contenga muchos minerales. Se trata de un adjetivo utilizado para describir un conjunto de características que incluyen al sabor, aroma y textura. 

La mineralidad del vino puede identificarse cuando encontramos aromas a piedra mojada, grafito, yeso, fósforo o tiza; o sabores a salinidad. Son sumamente sutiles, pero suelen marcar la diferencia en un vino. Es común encontrar esta característica en vinos de alta acidez provenientes de terroirs en suelos volcánicos o de pizarra, como Marqués de Casa Concha Chardonnay, Gran Reserva Sauvignon Blanc o Amelia Pinot Noir.

Terroso

Hay veces en que el aroma de un vino nos recuerda a un bosque, a tierra mojada o a setas. Precisamente a eso nos referimos cuando llamamos a un vino “terroso”. Esta característica positiva puede aparecer en variedades tintas como el Pinot Noir o el Cabernet Sauvignon.

Eso sí, no debemos confundir esta característica con aquel aroma defectuoso a moho que indica que un vino está acorchado.

Tropical

Cuando calificamos a un vino de tropical, nos referimos a sus aromas y sabores que recuerdan a frutas tropicales como la piña, el maracuyá, el mango, la guayaba o la papaya. Estos suelen ser los aromas primarios de variedades como el sauvignon blanc cuando se cultiva en climas más cálidos, que producen aromas que recuerdan a frutas muy jugosas y maduras.