El Syrah (o Shiraz, nombre que se le da en regiones del Nuevo Mundo como Australia) es una de las variedades tintas más apetecidas del mundo. Y es que, entre sus particularidades, destaca por su fácil adaptabilidad a los diferentes tipos de climas. Por eso se cultiva a lo largo de todo el mundo, pero dependiendo del lugar de donde venga es que entrega diferentes estilos de vinos. Gracias a su versatilidad también es fácil de mezclar con otras variedades para hacer ensamblajes (a los que aporta mucho color). Pero, sobre todo, da vinos elegantes y de gran calidad que pueden envejecer en la botella por décadas.
Al hablar de Syrah es imposible no mencionar a Francia, específicamente la zona de norte del Valle del Ródano. Algunos de los Syrah más famosos proceden de las denominaciones de Cote-Rotie, Hermitage, Cornas y Saint-Joseph, regiones de clima frío que producen vinos muy diferentes al resto del mundo en términos de estilo.
La cepa en si se caracteriza por dar vinos de cuerpo robusto, muy aromáticos, con notas a mora, arándanos, especias como pimienta negra y humo. Y por lo general, son redondos y frutosos, o densos y tánicos. Cuando el Syrah proviene de clima frío, tiene un perfil más liviano guiado por la acidez, con notas terrosas y aromas herbales. Mientras que cuando proviene de climas cálidos, tiene un perfil guiado por la fruta madura, casi amermelada, a veces también con notas cárnicas como el tocino. Son vinos golosos, sin astringencia y con gran poder alcohólico.
¿Necesitas más razones para probar esta encantadora variedad de vino? Bueno, el 16 de febrero es el Día de Syrah, la excusa perfecta para celebrarlo y por qué no, aprovecha para traerlo a la mesa. Debido a su carácter fuerte, Syrah complementa las carnes particularmente bien. Pero es mejor si se tiene en cuenta su estilo. Si es de clima frío, tendrá una acidez más brillante, taninos moderados y notas ahumadas, ideal para combinar con pato, pasta con un rico ragú de carne o guisos con setas. Mientras que un clima cálido será profundo, audaz y alcohólico, perfecto para complementar los cortes más grasos de carne en la barbacoa o a la parrilla.
No olvides servir tu Syrah ligeramente frío. Dada su fuerza alcohólica, al hacer esto su vino expresará sus aromas mejor sensación vibrante en lugar de aburrido.
¡Salud por el Syrah!