Porque no podemos seguir viviendo sin preocuparnos del planeta, en esta nota te invitamos a reflexionar sobre las acciones después de terminar un vino. Luego de servir la última copa ¿reutilizas la botella y el corcho que quedan?
En mi casa, por ejemplo, las reciclamos. Pero cuando se trata de botellas de vinos especiales o de etiquetas que me gustan mucho, trato de conservarlas. Como me encanta cocinar tengo varios utensilios de cocina, pero hay uno que jamás he comprado: el uslero. Siempre uso una botella de vino para trabajar las masas. También me gustan cuando son transparentes (como la de Casillero del Diablo Rosé), para usarlas de florero y adornar algún rincón de la casa.
¿Se acabó tu vino? Aquí te dejo algunas ideas para que te dejes llevar por la creatividad y puedas darle una nueva vida a tus botellas y corchos.
Lámparas
Transformar las botellas en objetos de iluminación es una de las ideas más comunes. Probablemente ya la utilizaste alguna vez como candelabro poniéndole una vela. La buena noticia es que hay otras formas de hacerlo. La más simple es limpiar la botella, sacarle las etiquetas e insertar una tira de luces led pequeñas. Otra opción es cortar el fondo de la botella (lee la explicación más abajo, pero te recomiendo que busques ayuda con alguien que tenga experiencia), poner el soquete sobre el cuello de la botella (por fuera) y la ampolleta por dentro, creando una lámpara colgante. Si te gusta el estilo industrial, unas ampolletas vintage le darán un toque final fantástico.
Jardineras económicas
Si es que has acumulado botellas por mucho tiempo y aún estás pensando qué hacer con ellas, esto podría ser para ti. Especialmente cuando son de color amarillo verdoso o café oscuro (como las de Amelia Chardonnay y Terrunyo Cabernet Sauvignon) puedes construir con ellas exponiendo su color a modo de decoración. Una idea genial es utilizar botellas para delimitar un espacio de tu jardín y plantar flores, hierbas o lo que quieras. Como esta de forma circular, con las botellas montadas una sobre la otra y su cuello apuntando hacia el centro.
Vasos
Si bien hay varias empresas dedicadas a transformar botellas en vasos, también puedes hacerlo por tu cuenta. Basta con escoger las botellas que te gustan, lavarlas y luego cortarlas con una herramienta especial. O también hay un truco para hacerlo tú mismo: remojar una cuerda en líquido inflamable, amarrarla alrededor de la zona que quieres cortar y prenderle fuego. Una vez que la cuerda se consuma por las llamas, hay que verter la botella en agua muy fría hasta escuchar el “crack”. Por último, se recomienda lijar los bordes para evitar cualquier filo que pueda cortar. Puedes encontrar tutoriales de cómo hacerlo en internet, pero recuerda tener mucho cuidado.
Timbres pequeños
Con un material tan noble como el corcho, las posibilidades de reciclaje son múltiples. Las manualidades, especialmente para entretener y desarrollar la creatividad de los niños, son uno de sus grandes potenciales. Como estos pequeños timbres de corcho. Basta dibujar lo que quieras con un plumón en la base plana del corcho (usa los más esponjosos que tengas, si están muy secos se desmenuzarán), y con un cuchillo para artesanías corta por fuera del borde del diseño una línea de 6mm de profundidad. Luego, a un costado del corcho y por fuera del diseño, corta lenta y suavemente hasta retirar una lámina de 6mm para que el dibujo sobresalga. ¡Ten a mano alguna tinta y prueba tu nuevo timbre!
Imanes de corcho
Gracias a que el corcho es liviano y penetrable, funciona muy bien para hacer esculturas. Unas muy pequeñas y divertidas son estos excéntricos personajes que pueden poner en la puerta de tu refrigerador o donde quieras. Necesitas los corchos, un alambre fino, alicate pequeño, pegamento, imanes y piezas de bisutería.
Como ves, los placeres del vino no tienen que terminar con esa última copa. Comenzar una botella con la intención de abrir nuestra imaginación y experimentar con nuestras manos puede ser un paso importante para construir un mundo más sustentable.