1- Guiarte sólo por el precio
Por supuesto es necesario tener un presupuesto, nos indica cuánto dinero estamos dispuestos a pagar o no por un vino. Pero es importante saber que la mejor compra no necesariamente es ir por el más caro. El precio de un vino está determinado por muchos aspectos que pueden ir desde certificaciones como la orgánica hasta impuestos propios de cada país. Por eso siempre es bueno considerar los gustos de la persona que recibirá el vino y, además, asesorarse un poco. Ya sea leyendo en internet, o preguntándole al vendedor. Si esa persona ama los vinos de Burdeos pero está fuera de tu alcance, una buena alternativa podría ser una mezcla bordelesa chilena como, por ejemplo, es Marques de Casa Concha Etiqueta Negra.
2- No saber para quien es el regalo
Los vinos, al igual que las personas, tienen personalidades y carácter. Por esta razón es imprescindible saber de antemano quién es la persona a la que se lo vamos a regalar. Cuáles son sus preferencias o su estilo de vida, son importantes indicadores para saber si la persona calza con alguna de estas categorías: vinos orgánicos, naturales, innovadores, de pequeñas producciones, de autor, clásicos, con o sin guarda en madera. Si prefieres hacerlo más personal todavía, escoger un vino proveniente de un lugar en especial o cosechado en una fecha especial para la persona, también son gestos afectuosos.
3- Pasar por alto las recomendaciones
Seas entendido en vinos o no, no hay que menospreciar las recomendaciones que el vendedor de la tienda nos pueda ofrecer. En tienda especializadas, sobre todo, los vendedores tienen bastante conocimiento. Asisten a degustaciones, visitan viñedos y su entrenado paladar podría aumentar las probabilidades de que tu elección sea la correcta. Si no encuentras a nadie, puedes buscar información en internet. Guiadecorchados.cl es un excelente referente que, por ejemplo, acaba de publicar su Informe Chile 2021 donde Carmín de Peumo fue escogido como uno de los Vinos tintos Top 10 de Chile.
4- Escoger por su apariencia
Si eres una persona visual, probablemente la etiqueta sea una referencia importante a la hora de escoger. Y no hay nada de malo con eso, la etiqueta probablemente es la primera impresión (buena o mala) que tenemos de un vino. Pero ya sabemos que las apariencias a veces engañan. En el vino es igual. Te recomiendo que cuando tomes una botella guiándote por la apariencia, enseguida leas la contra etiqueta. Allí habrá información más detallada sobre su origen, el año de cosecha y método de producción del vino. Pero recuerda que quien hizo el vino no es quien hizo la etiqueta. Si tienes dudas, siempre es mejor preguntar.
5- Distraerte en la góndola de ofertas
Cuando estés en la búsqueda de tu regalo, con tu presupuesto en mente, trata de no desviar tu atención hacia esos grandes carteles o cajas de vinos dispuestas en medio de la tienda o del supermercado. Como te explicaba, un precio muy barato puede ser tentador, pero eso no quiere decir que sea el vino que andas buscando. Tómate tu tiempo.