Cuando se trata de catar vinos, o bien simplemente disfrutarlos, existen algunos pasos que pueden ayudar a que la experiencia sea aún más grata. Agitar el vino en la copa no es para fingir que entiendes de vinos, sino que es un truco y aquí te contamos para qué sirve.
Seas o no un experto en vino, la acción de agitar el vino en la copa (ojo, que esto no cuenta para los vinos espumosos ya que solo lograrías deshacerte de las burbujas), juega un rol importante en tres aspectos de la degustación: la vista, el aroma y el sabor. Vamos por parte.
Cuando te sirves una copa, lo primero que te preguntas es qué es lo que voy a beber. Bueno, es aquí cuando la observación puede entregarte información al respecto, pero no basta con sólo mirar el color.
Si agitamos la copa también podremos ver cómo es la viscosidad del vino ¿Alguna vez escuchaste hablar de las piernas del vino? ¿Aquellas gotas que caen por las paredes de la copa luego de agitarlo? Mientras más piernas veas, quiere decir que más alcohol y azúcar residual tiene el vino. Es decir, el vino es más alcohólico y dulce.
El segundo punto, y uno de los más importante en el disfrute del vino, tiene que ver con el aroma. Al agitar la copa lo que hacemos es que el vino entre en contacto con el oxígeno, lo que a su vez ayuda a liberar compuestos volátiles que se desprenden del vino y llegan a la nariz de manera mucho más intensa a que si no agitáramos la copa. Ahora, no es necesario agitarla todo el tiempo. Después de hacerlo puedes parar, llevar la nariz hacia la copa para oler y luego beber el primer sorbo. Esta acción es especialmente buena para interpretar los aromas secundarios de los vinos más complejos, aquellos que aparecen en una “segunda capa” pues están más escondidos y necesitan un poco de aire para desenvolverse.
Como, por ejemplo, los toques a grafito, limo y minerales de Carmín de Peumo, o los matices de hojas de té negro de Amelia Pinot Noir. También sirve para obtener información relevante sobre el tipo de fermentación. Si un vino tiene aroma a chicle, es muy probable que sus racimos hayan sido fermentados enteros.
Y, por último, agitar el vino en la copa mejorará el sabor del vino.
Como sabrás, el oler y saborear están estrictamente conectados. De modo que gracias a la influencia del oxígeno que ingresa al vino, los aromas se potenciarán sintiéndose más frescos y jugosos en el paladar.
¿Cómo agitar la copa correctamente?
Es importante que cuentes con una copa relativamente amplia y que tengas cuidado al realizar el movimiento. La idea es que sea una rotación constante, pero no muy rápida ni muy lenta, para no excederse derramando el vino.