¿Sabías que cuando abres una botella de vino, el tiempo empieza a correr en contra? Esto es porque en contacto con el oxígeno, el vino comienza a perder sus sabores y aromas originales. En promedio, un vino recién abierto se mantendrá bien entre 3 y 5 días.
Si hay algo que necesitas saber es que el mejor amigo y enemigo del vino es el aire. En los primeros minutos, cuando lo sirves y agitas en la copa, éste ayudará a que el vino se abra y exprese mejor sus componentes aromáticos. Sin embargo, pasadas las horas, el aire desencadenará el proceso químico de la oxidación, provocando cambios que no se pueden detener. La buena noticia es que sí puedes hacer que ocurran más lento. Pon atención a las siguientes recomendaciones:
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Vuelve a poner el corcho
Aunque puede parecer obvio, tampoco es la mejor solución para evitar que el vino se oxide. De todos modos, es mejor volver a cerrar la botella antes que dejarla abierta. El aire convierte al vino en vinagre, entonces la clave es evitar su contacto con el oxígeno lo más posible. Si tu botella se cierra con un corcho, un tip es poner papel encerado alrededor de éste, así su sellado será más hermético. A su vez, es mejor si dejas la botella en un lugar fresco y oscuro que en uno iluminado y caluroso.
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Guarda la botella en el refrigerador (y parada)
Lo mejor es siempre dejar la botella en el refrigerador. El frío ayuda a que cualquier reacción química (como la oxidación) demore más tiempo en suceder. Si cierras la botella adecuadamente, la guardas en el refrigerador y la dejas en posición vertical, la superficie en contacto con aire será menor, por lo que tus vinos blancos como tintos conservaran intactas sus cualidades por una semana (y a veces hasta un par de días más).
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Quita el aire de la botella
Ph: Amazon
El uso de aparatos que succionan el aire de la botella son una excelente alternativa para sellar el vino “al vacío”. Vacu Vin es el nombre de la marca que fue pionera en ofrecer este sistema de dos piezas (una bomba que extrae el aire y un tapón de goma reutilizable) que se reconoce como el mejor del mercado, y que promete conservar el vino en buenas condiciones hasta por dos semanas. Sin embargo, hay pruebas que dicen que este aparato succiona un 70% del aire, por lo que el vino podría conservarse bien sólo una semana después de abierto.
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Usa gas inerte
Ph: Kitchen Center
Este sistema es un poco más sofisticado. Suele utilizarse en bar y restaurantes, pero es una alternativa que también puedes llevar hasta tu hogar (claro que es menos económica). Se trata de un sistema que incorpora gas inerte (como argón) a la botella, el cual es más denso que el oxígeno, creando una capa que expulsa el oxígeno y protege al vino. Coravin es la marca más conocida y consiste en un aparato que inserta una fina aguja sobre el corcho de la botella, extrayendo vino sin sacar el corcho, y reemplazando el espacio vacío con gas inerte. Un sistema espectacular y que, sin dudas, permite extender la vida de un vino “abierto” hasta por tres meses. O al menos así lo sugiere la marca.
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Tapones para espumantes
Desafortunadamente, los sistemas que acabamos de mencionar no funcionan para los vinos espumantes. La bomba extractora de aire, por ejemplo, quitaría las burbujas del vino dejándolo desvanecido. Si estás pensando en beber una copa de vino espumoso, y no la botella completa, tu mejor opción es usar un tapón de Champagne. Son muy económicos y podrían conservar las burbujas de tu espumante hasta por 5 días. También considera mantener tus espumantes en lugar oscuro, puedes son mucho más sensibles a la luz que los vinos tranquilos, y podrían cambiar de color como de sabor.