El Cabernet Sauvignon es conocido como el rey de las variedades tintas. Cuando está plantado en condiciones adecuadas, como en Maipo Alto, entrega un vino de cuerpo potente, complejo y con un alto potencial de guarda.
Esta cepa tiene sus raíces en Francia, en la región de Burdeos (nace del cruce de las variedades Cabernet Franc y Sauvignon Blanc), aunque podemos encontrar Cabernet Sauvignon casi en todas las regiones vitivinícolas del mundo. Bajo diferentes condiciones de clima y suelo, el Cabernet Sauvignon desarrolla muchas caras. En Chile, el Cabernet Sauvignon ha reinado desde el siglo XIX, pero sin duda encontró su hogar en el Valle del Maipo, en los faldeos de la majestuosa cordillera de los Andes.
Aunque esta cepa tiene una buena capacidad de adaptación a diferentes terruños, requiere de ciertas condiciones de suelo y clima para demostrar sus mejores atributos. Prefiere los suelos puros y con un buen drenaje. Terrunyo Cabernet Sauvignon se elabora con uvas cultivadas del viñedo Pirque Viejo, en Maipo Alto, donde el suelo es aluvial, con muchas piedras en la superficie y con un subsuelo de grava. Este perfil de suelo, junto al clima de Maipo Alto, son factores clave para obtener un Cabernet Sauvignon de gran calidad.
Esta variedad tiene una acidez natural bastante rica, pero el terruño de Maipo Alto potencia estas características. La brisa que baja de las montañas permite refrescar la fruta durante la temporada de maduración, permitiendo cosechar una fruta con un perfecto equilibrio entre azúcar y acidez.
Terrunyo Cabernet Sauvignon seduce con aromas de grosella negra, casis, chocolate, pimienta y grafito. Con la guarda, y dependiendo de las características de la cosecha, se potencian las notas de ciruelas, ciruelas secas, cedro, especias y café. Es un vino de gran cuerpo y un bouquet muy expresivo, por lo tanto, es el compañero ideal para carnes rojas como: steak, hamburguesa, gulasch, estofado, cordero e incluso pato, mientras que sus notas de frutos negros permiten armonizar con varias salsas de colores oscuros, como de ciruelas, arándanos, reducciones de vino o champiñones.
En este Día del Cabernet Sauvignon, celebremos la riqueza de su historia, su versatilidad en la mesa y la pasión que despierta en los amantes del vino de todo el mundo.
Brindemos juntos por esta icónica cepa. ¡Salud!