Una carta segura a la hora de maridar pescados es el sauvignon blanc. Gracias a su frescor y acidez, acompaña muy bien los productos del mar. Pero eso no significa que sea la única ni la mejor alternativa. En esta nota te invitamos a salir de la zona de confort, maridando pescados con vinos tintos, rosados u otras variedades blancas.
En este tipo de maridaje no solo tenemos que considerar qué tipo de pescado vamos a comer, si es magro, graso o carnoso. También son relevantes los sabores e ingredientes que lo acompañan y su tipo de cocción, ya que estos también deberán armonizar con la bebida que escojamos. En general, vinos blancos frescos y crujientes, rosados o tintos de cuerpo medio o ligero, se consideran las mejores alternativas. Lo importante es evitar vinos con mucho cuerpo, ya que sus taninos chocarán incluso con una gota de jugo de limón, uno de los ingredientes más comunes que se añade a los pescados.
A continuación te explicamos por qué estas tres variedades (que no son sauvignon blanc) funcionan de maravillas al maridar con pescados.
Pinot Noir
Dentro de las variedades de uvas tintas, el pinot noir tiene la menor carga tánica. Una cualidad preferible cuando se trata de acompañar pescados, además de su frutosidad y gran acidez cuando se trata de ejemplares de clima frío como Amelia Pinot Noir.
Este vino acompaña muy bien pescados de textura firme y carnosa como los filetes de atún, más aún si son cocinados a la parrilla. Gracias a las notas a cerezas frescas y té negro del Pinot Noir, cualquier nota quemada o ahumada se suaviza. También puede funcionar con pescados como bonito, caballa, sardinas, albacora, rape, mero o preparaciones que incluyan tomates y pimientos rojos. Evita añadir limón al pescado, para que los taninos del vino no se sientan desagradables en el paladar.
Pinot Grigio
Cuando se trata de pescados magros, generalmente de carne blanca como la corvina, el lenguado, la reineta o el bacalao, es mejor alejarse de los tintos y optar por cepas blancas que no opaquen su delicada textura y sabor suave.
Un vino de cuerpo ligero, frutoso y muy aromático como Casillero del Diablo Pinot Grigio ayudará a balancear los sabores. Esta variedad es una buena opción para preparaciones a la plancha, al vapor o con salsas cremosas pues ayuda a limpiar el paladar con su brillante acidez. Esto, a su vez complementa platos que llevan limón y hierbas, tales como el Ceviche Chileno.
Rosé Cinsault
Una opción para acompañar pescados grasos como el salmón, son los vinos rosados. Con el frescor de un vino blanco pero un cuerpo más similar al de un tinto, los rosé también son una fantástica opción para pescados de carne rosada, tanto cocidos como crudos. Piensa en un Carpaccio de salmón ahumado, un sushi tipo California Roll o un Curry tailandés. Así de versátil es Marqués de Casa Concha Rosé Cinsault.