Sabías que la cepa Carmenere se creía extinta en el siglo XIX, pero gracias a las condiciones meteorológicas y geográficas de Chile pudo conservarse, desarrollarse y convertirse en la embajadora de los chilenos alrededor de todo el mundo gracias a sus características únicas.
En Chile, las uvas Carmenere fueron introducidas a mediados del siglo XIX, junto a otras variedades bordelesas. Fue así como en nuestro país se comenzaron a reemplazar las viejas parras españolas por las nuevas y nobles de Francia, destacando la cepa llamada localmente, en ese entonces, Merlot chileno o Merlot tardío, ya que las uvas maduraban recién en otoño.
Ph: Marcio Ramírez
Fue el 24 de noviembre de 1994, cuando el experto francés, Jean Michel Boursiquot, mientras caminaba entre supuestas vides de Merlot, en el Valle del Maipo, se dio cuenta que se trataba de una antigua y casi desaparecida cepa originaria de la región francesa de Burdeos: Carmenere.
Es por esto que desde el 2014, cada 24 de noviembre se celebra el re-descubrimiento de esta cepa, una de las más emblemáticas de Chile y que nos distingue de otros países productores.
Hablamos con Marcio Ramírez, también conocido como «Mister Carmenere» y enólogo de Carmín de Peumo, Terrunyo, Gran Reserva Serie Riberas y Casillero del Diablo y nos recomendó probar el Casillero del Diablo Reserva Privada Carmenere 2018 porque es “una cosecha extraordinaria, ni muy cálida, ni muy fría, por lo tanto las uvas fueron madurando de manera lenta, pausada, y concentrando los sabores. Tiene un color púrpura muy intenso y en los aromas hay mucha fruta negra, como mora y cerezas. En boca, es un vino muy jugoso, de esos que siempre pedimos una segunda copa. Este vino combina muy bien con la provoleta, choripán, empanadas, pastel de choclo, carne al jugo o mechada”.
El suelo y clima en la zona central de Chile han acogido esta cepa como si hubiese nacido en nuestro país, entregando a los amantes de esta variedad un vino de color rojo violáceo, con aromas a ciruelas negras, grosellas maduras, taninos suaves y amigables.
También le preguntamos a Marcelo Papa, Director Técnico de Concha y Toro y enólogo de Amelia y Marques de Casa Concha, cuáles serían sus maridajes ideales para el Carmenere de esta última marca. Nos comentó que para él “el maridaje perfecto para acompañar este Carmenere está orientado a carnes rojas en general, con pastas y salsas rojas también funciona bien. Con risotto de hongos, charcutería como jamón serrano, jamón crudo, quesos semiduros como el pecorino, por ejemplo”.
Por último le consultamos a Mario Álvarez, Enólogo de Frontera, cómo describiría a Frontera Premium Carmenere. Señaló que este vino “en nariz presenta una expresión de fruta fresca combinada con especias y tabaco, en boca destacan sus taninos aterciopelados, suaves de largo y elegante final”. Además, nos recomendó acompañar este excepcional vino con una buena conversación y una tabla de quesos suaves, pastas en sus distintas preparaciones o carne de cerdo.
