Cuando la crítica de vinos Jancis Robinson publicó su libro Vines, Grapes & Wines en 1986, solo fue capaz de identificar 32 hectáreas de Viognier en todo el mundo. La mayoría estaba plantada en el Valle del Ródano, cuyas uvas eran destinadas para crear vinos bajo una de las dos apelaciones de Viognier que existen en el mundo: Condrieu. Pronto estas se extenderían al sur hasta Chateau Grillet, en Francia.
Desde entonces, las cosas han cambiado bastante. En 2016 se identificaron al menos 16.000 hectáreas de viñedos de esta fragante cepa blanca en todo el mundo, sobre todo en Europa, Estados Unidos y Australia. Aunque su presencia en países del Nuevo Mundo como Sudáfrica, Nueva Zelanda y Chile sigue aumentando. Es en lugares de clima muy cálido donde el Viognier, una planta de bajo rendimiento, muy difícil de cultivar y capaz de soportar la sequía, expresa su mayor potencial con un perfil más dulce. Mientras que en climas más frescos los vinos resultan más secos. Es por esto que el momento de su cosecha es crucial.
¿A qué sabe el Viognier?
Generalmente, el Viognier ofrece vinos blancos con aromas florales, bastante volumen en boca y relativamente baja acidez. Su estilo dependerá de los productores, quienes suelen optar entre un estilo más fresco o uno más cremoso. Así es como sus sabores pueden variar desde frutas como mandarina, damascos, durazno maduro, melón o mango, hasta sutiles notas a miel, rosas y especias como la vainilla. Siempre, por cierto, ofreciendo vinos con mucha personalidad, voluptuosos y bien estructurados. Cuando se guarda en barrica, el vino desarrolla los aromas especiados y un volumen en boca que recuerda al Chardonnay. Pero cuando no, su frescor podría incluso parecer al de un Sauvignon Blanc.
De inconfundible color amarillo con destellos dorados, este vino también se caracteriza por su sensación oleosa en boca.
Con qué comidas maridarlo
A la hora es escoger un maridaje, el desafío es no opacar sus delicados aromas florales ni su acidez. Dicho esto, si se marida de forma complementaria, platos con ingredientes como duraznos o damasco son ideales. Imagina un Queso con mermelada de damasco, una Ensalada de duraznos con arvejas y queso de oveja, o un Tajine marroquí de pollo con damascos, almendras laminadas y dátiles servido con cous cous.
Si quieres jugar a maridar por contraste, platos con un toque de picor como un Curry thai verde de camarones con arroz o Carnes grilladas funcionan muy bien.
Si te animas a hacer la prueba, no dejes de probar Casillero del Diablo Viognier. Sus viñedos ubicados en el Valle de Casablanca dan vida a un vino de cuerpo medio cuya expresión frutal destaca por su frescura, con notas a damasco, chirimoya, toques de vainilla y algo de tostado. Ideal para celebrar el Día Internacional del Viognier este próximo 29 de abril. No olvides servirlo frío, entre unos 10 y 12 grados C.