Alguna vez compraste un vino motivado por los aromas descritos en la etiqueta, pero luego de beberlo no sentiste nada. Esta historia es mucho más común de lo que pensamos. Probablemente a todos nos ha ocurrido alguna vez. Pero para que no se repita o para que la próxima vez sea menos frustrante, aquí te entrego algunas herramientas.

Por un lado, debes saber que muchos descriptores son subjetivos o imprecisos. Y que, por el otro, nuestra habilidad para identificar aromas está estrictamente relacionada a nuestra memoria. ¿Cómo vamos a identificar notas a lychee si es que nunca hemos probado uno? La buena noticia es que hay varias maneras de entrenar nuestra memoria y nuestras narices. La más fácil y rápida, que puedes poner en práctica ahora mismo, es ser consciente de los aromas que te rodean en cada momento. Empieza a poner más atención en tu sentido del olfato cada vez que escojas frutas o verduras en una tienda, condimentos al cocinar o incluso cuando caminas al aire libre. Identifica los aromas y guárdalos en tu memoria con su nombre. Entrenar la nariz es una práctica infalible que, además, aumentará paulatinamente tu sensibilidad. Luego, también puedes poner en práctica los siguientes consejos:

• Revisa tu “banco de aromas” cuando bebes un vino

Luego de registrar los aromas en tu mente, es recomendable incorporar otros nuevos. Es decir, si no has probado un lychee pero tienes acceso a uno, pruébalo o huélelo. Y así con otros aromas. Lo siguiente entonces, es recorrer esta “base de datos” que tienes en tu mente mientras bebes un vino. Si es blanco como Casillero del Diablo Sauvignon Blanc, puedes partir recordando aromas de frutas cítricas (como limón, lima y mandarinas) o hierbas (como romero y tomillo). Si es un vino tinto como Marques de Casa Concha Pinot Noir, recordando frutas rojas (como frambuesas, frutillas y guindas) o negras (como moras, arándanos o ciruelas), y así ir viendo si hay algún aroma en el vino que se asemeje a ellos. Un consejo que siempre doy es imaginar que abres tu refrigerador: identifica todo lo que hay en él (desde la leche, la mantequilla, hasta frutas, verduras frescas, jugos y comida que tengas cocinada) y, uno por uno, ve si alguno de esos aromas se te aparece en el vino.

• ¡Has inhalaciones delicadas!

Para ayudar al vino a expresar sus aromas y a ti a detectarlos, has girar tu vino en la copa creando un remolino. Con esto entrará en mayor contacto con el oxígeno, y se expresará mejor. Luego, huélelo. Pero, y esto es muy importante, siempre hazlo de forma delicada. O sino tu nariz se inundará con los aromas fuertes y volátiles del alcohol.

La manera que mejor me resulta a mi es haciendo inhalaciones muy cortas y delicadas. Aunque hay personas a las que le resulta mejor alternar inhalaciones cortas con otras más largas y lentas. Aplicando esta técnica con Terrunyo Carmenere, por ejemplo, los primeros aromas que aparecen son las frutas negras de ciruela, arándanos, luego algo de notas florales como las violetas, especias y un toque de chocolate. Pero recuerda que es posible que este vino a ti te recuerde otros aromas que yo no mencioné. 

• Entrenar con un Kit de Aromas

Entrenar nuestra capacidad de reconocer aromas requiere de práctica. Y como dicen, la práctica hace al maestro. Para eso son los kits de aromas. Porque si bien podemos ejercitar en casa o en nuestra vida diaria al ser conscientes de nuestro olfato, una forma mucho más clara es hacerlo con esta entretenida herramienta que te ofrece los aromas ya identificados y contenidos en un pequeño frasco. Hay varias alternativas en el mercado, pero mi favorita por lejos es La Nez du Vin (La nariz del vino). Trae 54 aromas elaborados tras la mezcla de extractos y esencias de vino que hizo un perfumista francés. Son ideales para hacer catas a ciegas y jugar a identificarlos. Además, incluye material visual como tarjetas de memoria y un gran libro que detalla con precisión cada aroma, por qué se produce en el vino, su molécula correspondiente, así como un extenso listado de las regiones y vinos específicos en los que se encuentra. No es barato, pero si realmente disfrutas del mundo del vino, este kit podría ser para ti.