Concha y Toro

Francisca Jara 22/02/2022

Lifestyle

La extrema belleza del valle del Limarí

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Al sur de las ciudades de La Serena y Coquimbo, se encuentra un valle lleno de viñedos. Se le conoce como el Norte Verde, aunque su verdadero nombre es el valle del Limarí. Esta zona que es famosa por la producción agrícola y en particular la uva pisquera, hoy también es sinónimo de vinos de alta gama. A continuación, te invitamos a descubrir un poco más sobre este desconocido rincón del mundo ¿Vamos?

En el valle del Limarí se encuentran algunos de los mejores terroirs para la elaboración de vinos premium. Allí, algunos viticultores chilenos han ido experimentando con diferentes suelos y áreas cercanas a la montaña o el mar. Quebrada Seca es una de ellas, ubicada a 190 msnm y a sólo 22 kilómetros del Océano Pacifico en la ribera norte del río Limarí. Esta ubicación es sinónimo de viñedos con una gran influencia costera y suelos calcáreos, lo cual hace que las uvas maduren lentamente producto de la brisa fresca que viene del mar y que los vinos cuenten con un carácter fresco y mineral. Amelia Chardonnay 2018 y Amelia Pinot Noir 2017, por ejemplo, son dos de los vinos de Concha y Toro que provienen del valle del Limarí. Un valle que se ha consolidado como uno de los terroirs alternativos a los valles costeros más tradicionales (como Casablanca) para la producción de vinos blancos, pero también de tintos muy elegantes.

Pero podríamos decir que, si no fuera por los viñedos, estas tierras han pasado bastante desapercibidas. Tanto así, que hoy reaparecen en el circuito turístico como un destino natural y auténtico con mucho que ofrecer.  Un destino para ser redescubierto.

Para llegar hasta el Valle del Limarí es posible hacerlo por tierra desde Santiago, ya sea en bus o conduciendo alrededor de 4 horas por la Ruta 5 Norte. O bien volando hasta la ciudad de La Serena y luego trasladándose por tierra alrededor de una hora hacia el sur. Dada la distancia, es conveniente ir con tiempo y quedarse al menos una noche en la ciudad de Ovalle. A minutos del centro de la ciudad se encuentra Keo Hotel, un hotel de 4 estrellas y parte de las instalaciones del nuevo Ovalle Casino & Resort, que cuenta con modernas instalaciones y, además, el Wine Spa Samay. Allí ofrecen tratamientos faciales y corporales basados en las propiedades de la uva y el vino, perfectos para el relajo y para experimentar los otros beneficios que ofrece la vid.

Una vez en la zona, opciones hay muchas. Si lo tuyo es el trekking y la aventura, la agencia Trashumante Expediciones ofrece diversas excursiones cuyo foco es dar a conocer los valles escondidos del Limarí. Su tour más popular es Panguesillo Trekking, el cual consiste en tres horas de caminata en la cual hay avistamiento de aves, se visita un bosque nativo de chañar (árboles de flores amarillas y fruto color café, con el que se hace arropes de miel y mistelas), observación e interpretación de petroglifos, visita al sendero del puma, entre otras increíbles experiencias. Ahora, si disfrutas mucho de las expediciones, también cuentan con programas de dos días para explorar aún más el Limarí.

A la hora de comer, no puedes dejar de visitar la Fuente Toscana. Es probablemente el mejor restaurante de la zona, donde ofrecen una cocina con influencias italianas y españolas, pero rescatando lo mejor de los productos locales. Ensaladas con vegetales cultivados en su propia huerta, pastas hechas en casa como los Fetuccini Cuello de Cabrito o la Provoleta de queso de cabra con mermelada de papaya, son algunos de sus imperdibles platos.

Para seguir descubriendo, a 80 kilómetros de Ovalle (en el sector cordillerano del Limarí) se encuentra la localidad de Tulahuén. Pocos saben que aquí llego a refugiarse quien probablemente fuera el fotógrafo chileno más importante de todos los tiempos, Sergio Larraín. A finales de los años 50, él se convirtió en la promesa de la agencia Magnum luego de fotografiar a la mafia italiana, pero tras decidir que eso no era lo suyo se fue Tulahuén, donde continúo fotografiando rincones de su casa, sombras, plantas y hierbas cordilleranas. El documental El Instante eterno, estrenado en 2021, intentó responder esa gran interrogante: ¿Por qué decidió abandonar la exitosa carrera que había logrado y refugiarse en Tulahuén?

De todos modos, este rincón del mundo sí que tiene encanto. De hecho, ¿sabías que existen solo dos minas de lapislázuli en el mundo? ¿Y que una de ellas está en Tulahuén? El taller Cordillera Azul es uno de los lugares que se puede visitar para ver el trabajo con esta maravillosa piedra, y de la orfebre Rita Álvarez, quien allí vende todo tipo de joyas y trabajos con plata.

Como vez, hay muchas razones y actividades para realizar en este tranquilo valle vitícola. Aún alejado de las grandes masas, se trata de un oasis que vale la pena visitar.

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