Como todos los años, en febrero celebramos el Día Internacional del Syrah, una extraordinaria cepa de gran carácter y versatilidad ¿Por qué? ¡Fácil! La uva Syrah es capaz de adaptarse a diversas condiciones climáticas y diferentes suelos.
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Desde la raíz
Existen muchos mitos sobre el origen del Syrah o “Shiraz”. Algunos piensan que fueron los romanos quienes la llevaron al sur de Francia, pero otros afirman que su cuna es la antigua Persia. En realidad, lo fundamental es que la uva Syrah alcanzó su popularidad en Francia, particularmente en el valle de Ródano, situado en el sureste de Francia. Tras un largo período de incertidumbre, en 1999 un análisis de ADN de la uva arrojó resultados sobre su procedencia. Así se descubrió que proviene de dos tipos de uvas que nunca se han popularizado en el mundo del vino: Mondeuse Blanche y Dureza.
Los principales países en los que se cultiva esta variedad son Francia, Australia, España, Argentina, Sudáfrica, Estados Unidos, Italia y Chile.
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Aromas y sabores
Sabemos que el aspecto de los vinos elaborados a partir de esta uva es bastante oscuro y que en boca tiene mucho cuerpo. Los Syrah son mucho más suaves y tienen un peso frutal más presente que los vinos elaborados a partir de Cabernet Sauvignon, especialmente cuando se la mezcla con uvas Garnacha y Monastrell.
Sus aromas y sabores tienden hacia la fruta negra, pimienta negra, notas herbarias y regaliz. A lo largo de su guarda en botella puede desarrollar sabores a fruta seca como notas de cuero, carne y tierra.
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La excusa perfecta
El vino es alegría, es vida, es compartir y es celebración, por tal motivo, dediquémosle un día especial para tener la excusa perfecta de tomarnos unas copas de Gravas del Maipo Syrah de Concha y Toro junto a una buena compañía. Este destacado vino de color rojo cereza intenso, en boca se presenta denso y de gran profundidad, ideal para acompañar con carnes rojas a la parrilla, costillas de cordero o quesos de vaca y oveja.
Por otro lado, siempre es una buena opción el Marques de Casa Concha Syrah de color rojo oscuro y profundo. Principalmente ofrece sabores firmes de moras y cerezas, con una rica nota ahumada de brea hacia el final. “Todo se trata de lograr un equilibrio. Intento reflejar el terroir en mis vinos, sacando las mejores características de cada viñedo con el que trabajo”, señaló su enólogo, Marcelo Papa.
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Frutas negras: las protagonistas del Syrah
Los aromas típicos de esta cepa son los que se asocian a las frutas negras, como, por ejemplo, la mora, ciruela, pimienta negra. Al paladar es concentrado, normalmente afrutado, con taninos suaves y acidez equilibrada. Un reflejo de lo anterior es el Gran Reserva Serie Riberas Syrah, de color rojo intenso con notas violáceas. Este espectacular vino, de carácter frutal, con notas de frutas negras, berries y especias dulces, en bocas es sutil, estructurado y elegante. Te aconsejamos maridar siempre con quesos maduros y carnes rojas, especialmente cordero.
Nuestra última recomendación va dirigida al Casillero del Diablo Syrah. Es ley, si tienes una copa de Shiraz en tus manos, debes saber que estás frente a una cepa fuerte, de frutas negras, con buen cuerpo y poca astringencia. Este vino corresponde a un ejemplar musculoso y redondo, con aromas que oscilan en mora madura y ciruela a cedro, chocolate y un toque tostado.
Crea el ambiente perfecto acompañándolo con diversos cortes de carnes rojas y estarás listo para hacer un buen brindis con la compañía que elijas.