¿Hay algo más veraniego que una botella bien fría de rosé? Independiente de que afuera haya truenos y relámpagos, los vinos rosados tienen esa capacidad de hacernos sentir más frescos y livianos. Puede ser porque son una alternativa a los vinos más comunes: tintos y blancos. O también por su atractivo color. Lo cierto es que una vez abiertos, los rosados sobre todo destacan por su gran versatilidad. Gracias a sus sabores a fruta fresca, delicadeza y cremosidad en boca, son un gran aliado para diferentes ocasiones.

Esta vez, a propósito del Día del Rosé que se celebra este próximo 11 de junio, quisimos llevarlo hasta la mesa a la hora del brunch. Aquella comida del mediodía que combina lo mejor del desayuno y el almuerzo, con platos especialmente recomendados por 3 destacados sommeliers. Toma nota.

• Antipasto de Prosciutto y Melón

 

Para Massimo Leonori, Head Sommelier de Concha y Toro, la idea es acompañar al rosé con preparaciones delicadas porque es un vino suave. “Un clásico para brunch es el Antipasto Prosciutto e Melone. La idea es que sea con jamón italiano (y no Serrano) porque es más dulce, y que el melón sea bastante maduro y dulce también”, explica Leonori. Quien sugiere maridar este plato con Casillero del Diablo Rosé o con Marques de Casa Concha Rosé, ambos de la variedad Cinsault. “El prosciutto es salado, entonces necesita un vino que sea redondo y cremoso para suavizar esta sal. Además, la acidez de estos vinos ayuda a limpiar la grasa del prosciutto en la boca. Mientras que el melón ayuda al contraste dulce y salado, donde el vino está para complementar sin intervenir el sabor de la comida”.

 

• Tártaro de Salmon y palta

 

Otra opción para maridar con los mismos vinos, explica Leonori, es un Tártaro de Salmon (que también puede reemplazarse por atún). “Como es un pescado graso, tiene mucho sabor y es bastante intenso, entonces el rosé es un vino que va a exaltar el sabor del salmón. Pero como no es una preparación intensa (la idea es condimentarlo solo con aceite de oliva, unas gotas de limón, sal y pimienta) el vino se puede apreciar muy bien. La palta es cremosa, suaviza la acidez del vino y se crea un buen complemento”, agrega.

 

• Sushi vegetariano

 

La periodista gastronómica y sommelier chilena, Carolina Freire, sugiere un Sushi de verduras envuelto en palta para maridar con Rosé Concha y Toro, que acaba de ser reconocido oficialmente como un vino vegano. “En esta mezcla fresca y veraniega, se potencian los sabores delicados del sushi y del vino rosado. Mientras el rosé aporta frutosidad, el sushi entrega cremosidad. Como la salsa de soya es salina, el vino limpia y refresca con su acidez equilibrando la mezcla en el paladar, listo para volver a comenzar”.

 

• Ostiones frescos o a la crema

 

“Para un rosé liviano, ligero fresco, mineral, creo que no hay mejor maridaje que el ostión fresco con zeste de naranja y gotas de limoneta”, sugiere Jazmín Adriazola, sommelier de Concha y Toro. “Esas notas minerales que le entrega el mar al ostión, encuentro que es el complemento perfecto. Pero si es un rosé con algo más de cuerpo, me atrevería con un plato a base de crema con frutos del mar: Fettucini con salsa marinera. La crema le da más cuerpo al plato y un vino con mayor estructura como Marques de Casa Concha Rosé Cinsault, tiene más opulencia para este plato con más intensidad”, explica la sommelier.

 

• Quesos camembert y mozzarella

 

Para Jazmín otro maridaje indiscutible son los vinos rosados de mayor estructura con queso Camembert. “Son quesos maduros, con un poco más de complejidad y tienen esa mineralidad que resalta los sabores del vino”, agrega. Mientras que Massimo Leonori, también sugiere disfrutar del rosé con quesos frescos como la mozzarella, gracias a sus sabores suaves.