Ya sea para el consumo diario o para ocasiones especiales, los amantes del vino solemos tener botellas guardadas siempre. Pueden ser colecciones pequeñas o grandes, pero independiente de su tamaño, lo importante es contar con las condiciones correctas para evitar que esos vinos se deterioren. Si planeas tomarte en serio tu cava de vinos, aquí te explicamos lo debes y no debes hacer.
Antes que todo, tienes que saber que no todos los vinos son para guardar. De hecho, sólo determinado tipo de vinos envejecen bien. Teniendo este dato en consideración, una recomendación es organizar tu cava dividiendo los vinos en dos grupos. Aquellos que son únicos por su precio, de alta gama o que destacan por el año de su cosecha. Y aquellos vinos más cotidianos, que disfrutas día a día, o que bebes con amigos o cuando tienes un almuerzo familiar como Casillero del Diablo Reserva Sauvignon Blanc 2018.
Ahora, si no tienes ninguna colección, pero de todos modos planeas crear tu propia cava, empieza por comprar más vinos tintos que blancos, pues los tintos envejecen mejor (gracias a sus taninos). Si no quieres dividirla, puedes hacer una cava mixta, pero no te olvides de saber qué vino es para cada ocasión.
¿Dónde ubicarla?
Este es un error que la mayoría comete, pero no te preocupes que estás a tiempo. Si tienes vinos guardados en tu cocina, ¡sácalos de allí! Si bien las botellas se pueden ver bonitas en un mueble, el horno hace que este sea el lugar más caluroso de tu casa y como hemos dicho antes, el calor es el peor enemigo del vino: hace que maduren antes de tiempo. Entonces, ¿dónde almacenarlos? Escoge un lugar fresco, oscuro, húmedo y ojalá libre de aromas invasivos. Esto podría ser un sótano, pero ya que la mayoría no tiene uno en casa también hay otros lugares que funcionan: debajo de las escaleras, una despensa, un cuarto de baño al que no le llegue el sol, un closet de toallas o mantelería, una chimenea en desuso o una habitación desocupada. Siempre y cuando esta no tenga calefacción o loza radiante. Por lo mismo, también olvídate de los áticos. Es importante que estos lugares se mantengan aislados, sin vibración y sin luz (para evitar el envejecimiento acelerado y la oxidación de los vinos, respectivamente).
La temperatura
El ideal es que los vinos se mantengan a 10 grados C, pero cualquier temperatura entre 7 y 18 grados C funciona bien. A más temperatura el envejecimiento del vino se acelerará y a menor, se demorará.
Otra buena opción son las cavas climatizadas. Allí puedes guardar hasta 300 botellas, sin embargo se necesita de un holgado presupuesto para acceder a ellas.
La humedad
El ideal es que el ambiente tenga entre un 60% y 70% de humedad. Esto es importante para que el corcho no se seque y no sea vea atacado por hongos que luego se podrían traspasar al vino. Para evitar esto es que las botellas deben posicionarse inclinadas. Esto ayuda a el vino siempre esté en contacto con el corcho y no se seque. Pero, además, favorece a que los sedimentos del vino se vayan al fondo de la botella.
Si es que escoges un lugar de tu casa que esté encerrado, preocúpate de ventilarlo de vez en cuando. Recuerda que el vino es un líquido que está vivo, puede respirar a través del corcho y no quieres que olores desagradables se traspasen a él.
A la hora de abrirlos
Cuando ese momento tan esperado llega, hay que hacerlo bien. Es decir, si la botella que vas a descorchar estuvo guardada y recostada por muchos años, lo mejor es dejarla parada por 24 horas antes de beberla. Así los sedimentos se irán al fondo. Además, lo ideal es que lo decantes para que libere todos los aromas que desarrolló con el paso del tiempo.
Cuando son vinos jóvenes y económicos, el momento ideal para beberlos es no más allá de dos años, pues lo que estos vinos entregan es el placer de su joven fruta fresca. Pero si inviertes un poco más, puedes acceder a vinos que puedes guardar por mucho más tiempo. Gravas del Maipo Syrah 2018, por ejemplo, tiene un potencial de guarda de entre 15 y 20 años. Mientras que una botella de Terrunyo Cabernet Sauvignon 2017 podrías abrirla en 2027.
¿Te animas a empezar este proyecto? Mientras lo piensa puedes partir escogiendo algunas de tus etiquetas preferidas y por qué no, descorchar una botella de Casillero del Diablo Cabernet Sauvignon 2018 para conseguir algo de inspiración.